Lo importante en el ambiente de las elecciones 2015 es que toda definición de apolítico que se pueda encontrar es absolutamente errónea ya que si alguien definiría al hecho de ser apolítico ya sería político y descentraría toda la magia absoluta de lo que es ser apolítico. Sucede que el ser apolítico es aquel que define a la política por fuera de él mismo, apartándose de lo que sería componer materia política.

Aquél que se auto proclama apolítico es quien por razones que van fuera de su poder, consiguió ser parte de un mundo en el que la política es absolutamente abstracta e in concreta, siendo esta indefendible.





Aquel gobernador, estudiante, alumno y avasallado de la sociedad que pudo en alguna y otra ocasión tener el poder de decidir sobre lo correspondiente según su propia mirada sobre los demás. Es decir tomar el control del colectivo en su propia decisión, moneda, su próximo paso, qué es? Por qué uno toma la decisión de lo que recaerá en el fondo de cada uno de los demás solo por el hecho de que otro no ha podido aceptar que la fragilidad de ser humano, de ser hombre y de ser bestia, de ser.



En sus mentes se ha perdido la capacidad de discernir entre lo concreto y lo ideal. Lo perfecto y lo imperfecto. Lo exacto y lo permitido. Y así todo hombre ha de ser corporalmente limitado para actuar en base a su propia capacidad de ser haciéndose dentro del otro por mínimo que pueda ser su propia concepción del Universo Material.





Es tanta la potencia que nos da la realidad que una vez que está por detrás nuestro lo que podemos hacer es dejarla pasar por delante para seguirla hasta que nos dé sus resabios, sus vestigios son la claridad de nuestra mente. Sus golpes son nuestras muertes. Sus peligros son nuestras exigencias y necesidades.



Somos tan violentos los seres humanos que para observar debemos dejar un pedazo del alma.Ya como si fuéramos pedazos de otros seres humanos actuamos contra la necesidad del otro de amar. Actuamos contra la sustancia que nos creó y nos hizo divinos alguna vez. Esto hoy día se llama arte en la Capital Federal.