Hasta 100 dólares por palabra, esa es la cantidad que llega a abonar el certamen mejor pagado del mundo en narrativa corta, dotado con 20 mil dólares para un máximo de cien palabras. El concurso convocado por la Fundación César Egido Serrano de Madrid y el Museo de la Palabra de Quero, en Toledo, ambas en España, se revalida como uno de los de mayor proyección en narrativa corta.

La lid, que se convoca a nivel mundial y que en esta ocasión alcanza su cuarta celebración, recompensa la narrativa que invita a la concordia, utilizando la palabra como instrumento para la paz.

En la presente cita ha superado la participación de treinta y nueve mil seiscientas postulaciones procedentes de ciento cuarenta y nueve países.

El Jurado honorario estuvo constituido por representantes en suelo español de las legaciones diplomáticas de Australia, Rusia, México, Austria, Brasil, República Dominicana, Panamá, Bulgaria, Chipre, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Bélgica, Suiza, Indonesia, Países Bajos, Palestina, Emiratos ärabes, Suecia, Croacia, Libia, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial y Uruguay. Mientras el Jurado responsable de la labor técnica de selección recayó en una veintena de docentes.

El certamen, que busca el hermanamiento entre los pueblos, acepta la participación de autores de todo el mundo cuyas obras deben presentarse en castellano, inglés, árabe o israelí.

Tras una larga espera por el veredicto, los premios han sido protagonizados por autores de reconocido prestigio.

El galardón absoluto recayó en la escritora de ficción, ensayista y profesora del Citty College de Nueva York, Emily Raboteau, autora que atesora premios tan prestigiosos como el Pushcart o el Nelson Algren, quien se adjudicó 20.000 dólares y una placa conmemorativa.

En lenguas árabes ha resultado finalista la periodista de la televisión egipcia Soad Suliman. En el apartado de idioma castellano fue seleccionado el Colombiano Óscar Gómez, y en hebreo la autora y bióloga israelí Mira Kaufman, que recibieron un accésit de dos mil dólares cada uno.

El premio de consolación, esto es, finalistas sin derecho a gratificación en metálico pero sí un diploma fueron, por España, Inmaculada Gutiérrez Porcel, Diego Cruz Serrano, Mario Dupont Turkowski y Belén Álvarez Espada.

Por Estados Unidos, Randall Silvis y L.S. Christopher. Rosa Carballo Venegas por Costa Rica, Barry Lee Thompson por Australia, y Neha Shrivastava por India.

La Fundación espera publicar un libro con las obras finalistas. Así se cierra uno de los torneos literarios más concurridos y mejor dotados del planeta, dejando la miel en los labios para el llamamiento al próximo año.