Cuando esta tarde he pinchado en la aplicación de GoogleNoticias, desde España, me he encontrado con un mensaje de Google disculpándoseante sus usuarios. Lo que allí decía el gigante multicolor es que dejaba deofrecer su servicio como agregador de noticias en el país europeo debido a que eneste la nueva Ley de Propiedad Intelectual obligará al buscador a pagar uncanon por indexar las noticias. Google, que considera esto absurdo einsostenible, pues es un servicio gratuito, solicitado por los propios editoresy por el que no recibe compensación económica, se ha largado de España.

El caso es que mi primera reacción ha sido copiar la direccióndel enlace y compartirlo a través de mi perfil de Facebook. Inmediatamente, miscontactos sudamericanos han reaccionado. Desde Argentina la reacción ha sido deincredulidad. De hecho, he tenido que aclarar que el mensaje era de Google y nomío. Desde México, la reacción ha sido más bien de curiosidad, acerca de lasleyes que se estaban aprobando en España, pues al parecer en México siguen lamisma vía.

Extrañeza y perplejidad en Argentina, preocupación en México.Tal vez en el primer país consideren que es algo distante en su tierra, que esono es algo que pueda ocurrir mañana o el año próximo. En el segundo país,parece que lo ven un futuro posible.

En cualquier caso, parece que quierensaber qué está ocurriendo en Europa para anticiparse a lo que pueda ocurrir allá.

En Europa, no sé si hace falta decirlo, miramos a Greciacuando queremos atisbar cómo será nuestra situación en un futuro próximo. Larespuesta siempre suele ser la misma: estaremos viviendo cada vez una situaciónmás desesperada.

Y es que hoy estamos asistiendo a una lucha de clases a nivelglobal, una lucha en la que las clases dominantes de la era predigital seresisten a abandonar su posición privilegiada.

Los medios de comunicación tradicionales españoles, losgrandes de la industria de la información, no toleran competir en igualdad decondiciones con los nuevos medios, con los periódicos digitales, con losblogueros, con las pequeñas ediciones locales, etc.

Dado que Google News losigualaba a todos, los grandes medios, dueños de la opinión pública hasta lairrupción de Internet, no podían tolerar su presencia.

Esto es lo que ha pasado en España. El problema para elresto de países es que también allí existen medios de comunicaciónpertenecientes a grandes empresas con influencia en el poder político. Así quesiempre cabe preguntarse, ¿Cuál será el próximo país que "echará" a GoogleNoticias de su territorio? ¿Será Argentina?