La noticia que saltaba hace unos días ha revuelto al mundo. La Cuba castrista y la mayor potencia mundial, Estados Unidos, dejaban sus diferencias al menos en parte, con la intención de retomar relaciones diplomáticas y comerciales.

En la casi la totalidad del planeta el suceso ha sido recibido con alegría. Todos tenemos las imágenes de una Cuba destartalada y, quien más, quien menos, desea que el pueblo Cubano pueda irse abriendo al mundo tras estas décadas de "Revolución cubana", que no han servido en la práctica más que para que una pareja de hermanos haya tenido el control de un país.

Las dictaduras lo son independientemente de la ideología que tengan, todas lavan el cerebro a sus acólitos de una manera u otra. Y la dictadura de los Castro también lo ha hecho, amparándose en un supuesto comunismo, que como todos los del siglo XX ha sido imperfecto. ¿Existe el comunismo perfecto? No, como tampoco existe una democracia perfecta. La diferencia estriba en que, al menos en la democracia, puede el pueblo decidir qué es lo que quiere. En Cuba esto no ha sido posible.

El futuro se llena de interrogantes pero en el fondo, al menos desde el exterior, se confía en que la nación caribeña irá dando pasos lentos pero seguros que quizás le lleven en unos años al total restablecimiento de las libertades.

Y que también signifique una mejora de las condiciones de vida para todos aquellos que viven en esa maravillosa isla. Los cubanos no pueden tomar decisiones por sí mismos.

Los críticos con el capitalismo o el imperalismo norteamericano hablarán de que el diablo del capital se cierne sobre Cuba. Quizás con la apertura, y más si llega la democracia por completo, veamos cómo la manera de vivir de los cubanos adquirirá los vicios y defectos de las sociedades llamadas "libres".

Pero mejor eso, que vivir dependiendo de un gobierno que amordaza cualquier intento de disidencia. El comunismo se basa en la igualdad. Bendita igualdad la que debe haber entre los lujos de la familia Castro y un pescador de cualquier puerto cubano.Con la noticia de estos días gana Cuba, gana USA y gana, sobre todo, el mundo.