Lamentablemente, estos hechos dan lugar a las dudas y desanimo sobre la posibilidad de llegar a un resultado positivo en la causa del atentado a la AMIA. Muchos años, muchos esfuerzos humanos, jurídicos, y económicos llevan a un posible punto muerto en la investigación.

El Fiscal Especial Alberto Nisman logró llevar a juicio dos causas, una por la autoría de los hechos y otra por la que se está llevando a cabo el juicio oral y público por encubrimiento a un expresidente, altos funcionarios y exfuncionarios argentinos. La denuncia actual implica una tercer causa, en la que están involucrados la presidente actual, el canciller y otros partícipes de la política nacional por supuesta confabulación criminal (asociación ilícita), encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario publico.

La Argentina es un país en el que las instituciones de control no han respondido adecuadamente de acuerdo a sus previsiones. Recordemos que de los países presidencialistas Estados Unidos, Brasil, Venezuela y Paraguay han hecho uso del juicio político por mal desempeño o delitos en el ejercicio de sus funciones, destituyendo a presidentes en ejercicio y sancionando a otros a través de la justicia con penas de cárcel, como son los casos de Fernando Collor de Melo en Brasil y Carlos Andrés Pérez en Venezuela.

El hiperpresidencialismo atenta contra el funcionamiento democrático y promueve conductas y una cultura autoritaria en sociedades como la argentina, propensa a seguir a un líder carismático o a personajes populistas, en lugar de procurar el apego y respeto a la Constitución y a las leyes.

Una sociedad fragmentada, medios de comunicación desprestigiados y vapuleados constantemente por un relato oficial basado en resaltar los supuestos logros del "modelo", son el escenario propicio para imponer una historia oficial sobre el caso AMIA.

Esperemos que este sea un punto de inflexión y que la justicia, aún con la venda sobre sus ojos, la que no tiene ni la bolsa ni la espada, pueda con esta causa y con otras que salpican al poder, (Ciccone, y otras) y así darle a la sociedad argentina, y a la comunidad internacional, una verdad basada en el respeto a los principios, derechos, garantías y en el cumplimiento irrestricto de la Ley.