El secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández, se mostró profundamente preocupado por la convocatoria a la marcha en homenaje al fiscal fallecido Alberto Nisman. La misma tiene adhesiones en varios lugares del mundo tal cual ocurriera con los cacerolazos del 2012 y 2013.


Si bien Fernández manifestó que le preocupa quiénes convocan, a los que tildó de "narcos", "antisemitas" y "fiscales que hicieron lo imposible para que la causa (por el atentado a la AMIA) se frenara y no prosperara nunca", voces allegadas al gobierno señalan que el motivo de preocupación sería otro: el masivo llamado mundial a sumarse al evento del 18F.


Se han contabilizado convocatorias en Berlín, Frankfurt, Bonn, Hamburgo. En Sidney, en Viena. En Buzios, Río de Janeiro, Belo Horizonte, San Pablo. En Toronto y Montreal. También en Valparaíso y Santiago de Chile. En Bogotá. En Madrid, Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca y Valencia. Estados Unidos no se queda atrás y hay convocatorias para manifestarse en Miami, Atlanta, Nueva York, Washington, Los Angeles, Boston, Minneapolis, Las Vegas, Houston, y San Francisco.


En Francia, la invitación que surge a través de las redes sociales y que fue realizada por científicos y profesores reza lo siguiente: "Acompañemos a los fiscales y a la ciudadanía Argentina. Movilicemos defendiendo la justicia, la democracia y la república. El 18 de febrero a las 18 frente a embajadas y consulados"


Una vez más la manifestación del pueblo argentino tendrá su eco en varias naciones del mundo, traspasando las fronteras. Tal como ocurriera en los cacerolazos del 2012 y 2013 cuando los argentinos se manifestaron para pedir seguridad, justicia y decir basta a las trabas a las importaciones (lo que derivó en la salida del gobierno del hasta entonces Secretario de Comercio Guillermo Moreno) miles de compatriotas que viven en el exterior se sumaron a la protesta.

Esta vez el clamor popular rendirá homenaje a un fiscal que perdió su vida por realizar su trabajo y al que desde el gobierno se empeñan en desacreditar una y otra vez.