Es increíble; la ciudad no es la misma, y no solamente desde el punto de vista edilicio. Desde el punto de vista social somos todos extraños, y tan extraños, que hasta entre los que en algún momento nos saludábamos con un "buen día, buenas tardes, o buenas noches" ya no lo hacemos. Agachamos la cabeza, nos metemos en nuestros asuntos o en el celular, y el resto desaparece.

Y ¡cuidado! si por ahí, sin querer, te tropezás con alguien, o cometés algún error, o mirás a alguien porque te llamó la atención. ¿Qué recibís?, ataques. Parece que fuéramos enemigos, cuando sólo somos paisanos, conciudadanos; con alegrías, tristezas y preocupaciones.

Creo que deberíamos dominar las emociones violentas para que ellas no nos dominen. Es difícil; sí claro; pero para poder construir una sociedad más respetuosa, comprensiva, solidaria, comprometida, deberíamos esforzarnos,

Extraño mucho los tiempos de mi niñez y adolescencia. Eran así -ya sabemos los que pintamos 50 y tantos-: la vereda era el lugar de encuentro para juegos y mates. Compartida con todos aquellos vecinos que, igual que hoy, compartimos las mismas necesidades, alegrías, tristezas....

Y jugábamos. ¡Qué lindos los juegos! Hasta los grandes jugaban; se armaban fiestas y las hacíamos entre todos; compartíamos la música y la comida, y el que tenía, ponía, y el que no, no importaba; disfrutaba igual.

Y, cuando le pasaba algo a alguien en la cuadra, los vecinos corrían y estaban ahí, listos para ayudar en lo que sea y para lo que sea.

No sé si todo tiempo pasado fue mejor; a mí me gusta mucho también esta época; sólo añoro esa forma de vivir, que es bien diferente a esta .

El motivo de esta nota no es comparar épocas, sino poder detenernos a pensar qué nos pasa.

No comparto y trato a los demás con la mejor de mis predisposiciones, y desde aquí deseo cambiar mi entorno, y sólo hacer lo correcto.

Creo que, si cada uno de nosotros hacemos solamente lo que es correcto, ¡uffff! cuántas cosas cambiarían a nivel social.

Creo que estamos a tiempo, si tomamos conciencia, si podemos parar la pelota y levantar la vista. Tengo esperanzas.