La realidad de este "famoso" torneo de 30 equipos del que tanto se habló, se habla, y se hablará es que los equipos con más historia tienen un plus que los demás no tienen. Por supuesto que lo primero que se nos viene a la mente es la diferencia de dinero que dispusieron para contratar jugadores y la valía del plantel en consideración al resto.

Sin dudas que es una de las razones principales para explicar por qué, finalizada esta séptima fecha del "Torneo Julio Humberto Grondona", entre los primeros nueve equipos se encuentran los cinco grandes.

Equipos que después de varios años de mal pasar, incluyendo el descenso de River e Independiente y la promoción jugada por San Lorenzo, pareciera que todos están en uno de sus mejores momentos, al menos desde lo futbolístico.

Claro que esto es muy beneficioso para aquellos que viven a costas del fútbol argentino, ya que mantiene mayor entusiasmo en el público y ello se ve reflejado en los números y por consiguiente en el dinero. Pero me temo que, lejos de crear un certamen más "federal" lo único que están haciendo es favorecer la desigualdad y aumentar los problemas económicos que tiene el 90% de los clubes, ya sean de primera división o de otra cualquier categoría.

Otro tema que vale discutir -el más importante quizás- es la falta de garantías que se proporcionan en el fútbol nacional.

Fecha tras fecha vemos innumerables actos de violencia fuera y dentro de la cancha, en donde pareciera que, en un año lleno de suspicacias por las elecciones, lo más fácil es hacer la vista gorda y suspender una tribuna mientras todo sigue. No se escucha a ningún candidato, ni del oficialismo, ni de la oposición, hablar sobre cómo combatir a estos grupos clandestinos, y la razón más probable es que sea por los distintos vínculos que guardan entre sí.

Entonces, las preguntas que me hago son:

¿Este es el fútbol que queremos? ¿Queremos el fútbol monopolizado por cinco equipos y para el resto las migajas? ¿No deberíamos fomentar una reestructuración de los clubes, en lugar de observar cómo se siguen endeudando? ¿Seguiremos fomentando "El show debe continuar" a cualquier precio? ¿El fútbol no debe ser una preocupación del estado, mas allá de "Fútbol para todos"?