Las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) ya son historia en Capital Federal, sólo quedan los resabios de los resultados que el domingo dieron como ganador al PRO y Horacio Rodríguez Larreta y marcaron un quiebre en el kirchnerismo.

Pero estas no fueron las únicas malas noticias para el Frente para la Victoria y sus dirigentes, ya que la Cámara de Casación ratificó en su cargo al juez Claudio Bonadío para que continúe la investigación en la causa Hotesur, que implica a Lázaro Báez y la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Ante todos los pronósticos, Martín Lousteau -candidato de ECO- le arrebató el segundo puesto a Mariano Recalde, que no pudo pasar la barrera del 19 por ciento de los votos, quedando por debajo de lo que había cosechado Daniel Filmus en las elecciones de 2011, y dejando en evidencia un pobre armado político. Amén del triunfo en Neuquén del Movimiento Popular Neuquino, aliado del Frente para la Victoria (FPV), el domingo no fue todo color de rosas. La caída en la Ciudad retumbó fuerte en los cimientos del partido que gobierna el país desde 2003, y más que nada en la estructura política juvenil, "La Cámpora", que pretendió instalar un candidato de su núcleo más duro y la jugada le terminó saliendo muy mal. A pesar de esta derrota, los "militantes" festejaron en el búnker, vaya uno a saber qué.

Tras esto, la Justicia asestó otro golpe al justicialismo oficial. Fueron varios los intentos por desbaratar la causa y recusar de su puesto al juez Claudio Bonadío, que lleva adelante la investigación, pero la Cámara de Casación Penal le dio el visto bueno al magistrado para que continúe con su labor, para preocupación del oficialismo.

La votación para que Bonadío siga en su puesto fue dividida: dos a uno. Los jueces Gustavo Hornos y Luis María Cabral votaron a favor, mientras que Ana María Figueroa lo hizo en contra, tras argumentar que "el juez no sólo debe ser imparcial, sino parecerlo". Ahora a Bonadío le queda un pedido en su contra llevado adelante por la sobrina de la Presidenta, Romina Mercado, y por la defensa de Lázaro Baéz. De seguir la tendencia de Casación, no tendría inconvenientes en superar este escollo.

Claudio Bonadío, cabe aclarar, está investigando a la Presidente por irregularidades registrales de Hotesur en la Inspección General de Justicia (IGJ) y por el pago de alquileres por habitaciones de hotel que realizaron empresas de Lázaro Báez a la familia presidencial -Cristina, Máximo y Florencia Kirchner- durante dos años por 10 millones de pesos, sin que se sepa si esos cuartos fueron ocupados o no.

Casi sin inconvenientes, la causa seguirá adelante y, aunque se tarden años, es necesaria una respuesta -sentencia- certera para comprender quiénes son los gobernantes que llevan las riendas del país y con quiénes hacen pactos para lavar dinero (o su imagen).