Tengo 59 años y busco trabajo.

De joven, ni en mis mejores años hubiera imaginado que iba atravesar por semejante situación. Ya había padecido algo similar, pero era diferente; tenía 35 años y tenía la fuerza para aguantar el golpe, porque creía en mi capacidad para resolver problemas.

Estuve seis meses sin un peso, recurrí a muchas maneras para poder mantener a mi familia, desde tener que vender mi auto, un Ford Falcon modelo 80, hasta cambiar ropa de Trabajo por alimentos de todo tipo.

Hoy tengo 59 años; con 40 años trabajando y aportando al sistema, pensando siempre que en algún momento llegaría a la edad requerida para retirarme del mercado laboral, esto es, jubilarme.

Sin embargo, hace un año que busco trabajo, cosa que en la Argentina no es fácil. Creía que sería inmediata mi reincorporación al mercado laboral. Con 40 años de experiencia, todo lo aprendido iba a ser fácil; es lo que pensaba.

Pero no fue así; a nadie le interesa tu experiencia, tu situación o cómo te sentís, y me da una gran tristeza tener que asumir y reconocer que esta realidad no da posibilidad de nada.

Si quieren saber cómo me siento, pues bien, les comento que, después que me rechazaron, me descartaron y me eliminaron del sistema laboral con 40 años de trabajo, el sentimiento es el de humillación. Yo, que estaba orgulloso por mi trabajo y por mi suerte, veo que también esta se terminó, porque en mis 40 años de actividad laboral nunca había dejado de trabajar.

Hay una frase que se la escucho con frecuencia -más ahora- a muchos políticos y dirigentes: "El trabajo dignifica". Quisiera que aclarasen, ¿A quién dignifica? O hasta qué edad dignifica. Quisiera que le pregunten a los 500 mil desocupados mayores de 50 años, qué se siente estar desempleados. O que se lo pregunten a la familia, a su esposa, pareja, hijos, qué se siente.

Me siento joven para continuar trabajando, pero no encuentro un empleo y aún me faltan seis años para jubilarme.

Mi época parece que ya pasó, aunque no me resigno.

Este año me volví más reflexivo y entendí dos cosas: Que a nadie le interesa  tu situación y que soy viejo para trabajar y muy joven para jubilarme.