¿Sabés qué es la procastinación? Es la postergación o posposición de una acción. Lamentablemente no es algo esporádico, es un hábito en el cual la persona pospone situaciones o actividades que tienen que atenderse, sustituyéndolas por actividades irrelevantes o agradables.

Es muy común ver a trabajadores o estudiantes procastinando. Cuando deben estudiar para un examen o preparar un Trabajo importante, antes de ejecutarlo se desenfocan realizando actividades irrelevantes, innecesarias, pero que les consumen tiempo y energía: buscan comida o un refresco, revisan su muro en el Facebook, hacen algún trabajo de menor importancia, descansan, hablan por teléfono, etc.

Asumen que hay más tiempo y que luego lo podrán hacer o, como el avestruz, esconden la cabeza en un hoyo, pensando que con eso ocurrirá algo mágico que resolverá la tarea.

Debido a la procastinación el tiempo se pierde, haciendo que situaciones que no eran urgentes se vuelvan en muchos casos emergencias. En otras ocasiones se desaprovechan valiosas oportunidades, o se afecta la calidad final y hasta la salud, porque el trabajo se hace bajo mucha presión.

Por la procastinación se genera un alto estrés, pues las actividades son llevadas a extremos que se salen del control de quien las realiza, y por ellas se ha malogrado dinero y por qué no, hasta amores.

He buscado soluciones, pues en muchas ocasiones he sido afectado por la procastinación, y entre diferentes propuestas sumamente elaboradas, encontré una muy simple, práctica y fácil, que por sencilla no es menos efectiva: La técnica de los dos minutos.

La idea con esta técnica es iniciar en los siguientes dos minutos, cualquier actividad que necesites hacer, sin que nada te detenga ni distraiga. Es un tema de decisión, de fuerza de voluntad. Sos consciente que estás aplicando la técnica y por eso lo harás, sí o sí.

Un ejemplo muy sencillo es cuando necesitamos llamar a un cliente  y postergamos la comunicación, justificándonos por la razón que sea, cuando en realidad lo que tenemos es temor.

La técnica de los dos minutos lo que nos dice es: "Si tenés que hacer esa llamada, disponés de dos minutos para hacerla". Y si estás aplicando la técnica con determinación, en los siguientes dos minutos tomás el teléfono y hacés la llamada.

Pensá que debes comenzar a hacer un trabajo, y como "no sabés por dónde empezar" lo pospusiste.

Entonces, como estás aplicando la técnica de los dos minutos, en los siguientes dos minutos te sentás y comenzás a realizar el trabajo. Buscás fuentes, recursos, herramientas y lo hacés. De todas formas, tenías que hacerlo.

Curiosamente, cuando decidimos comenzar a hacer en los siguiente dos minutos muchas de las acciones que habíamos pospuesto, las terminamos en menos de ese tiempo, pues no tenían tanta complejidad, pero no las iniciábamos por simple inercia.

Yo he puesto en práctica esta técnica y me ha ayudado tanto en actividades cotidianas, como en tareas o proyectos relevantes, así que te invito a atacar a la dañina procastinación y a hacer de esos dos minutos la solución para un gran problema.

Eso sí, si te da resultado, tómate dos minutos y escribinos un comentario, para saber cómo te fue.