No hace falta tener 20 años para ser joven. Uno es joven cuando lleva  a  la juventud en el alma, en el corazón, en la mente. Hoy en día el mundo está apestado de jóvenes que están totalmente perdidos como seres humanos, que ven todo oscuro negativo y tenebroso, interesados, y oportunistas, que viven calculando como joderse al que puedan para conseguir todo lo que desean.

En síntesis, jóvenes que están totalmente muertos en vida. Sin ninguna posibilidad de recuperar sus vidas, ni las de  sus seres queridos. Sin chances de retomar una vida social y familiar por el resto de su vida.

Jóvenes que a pesar de tener 20 o 30 años, en el corazón tienen 80 (o más aún). Sin un presente y con un futuro oscuro y peligroso, que no esperan , ni quieren nada de la vida , porque no esperan ni quieren nada de su vida . Que no sueñan con una vida mejor para ellos , ni para los demás, y no hacen nada para cambiar esa actitud totalmente pesimista y destructiva ante la vida. 

En cambio, uno ve  a muchos que ya no son jóvenes,  gente de 40  o 50 años con unas ganas de vivir y de disfrutar de la vida, que se cayeron cientos de veces y volvieron a levantarse , y siguieron luchando como si no les hubiera pasado nada, que ven todo con optimismo, lleno de luz, de claridad, positivo, y ellos positivos ante todo.

Que ayudan a todo el que pueden cada vez que pueden, desinteresados y caritativos, y que sólo saben conseguir sus objetivos en base a lucha, sacrificio y por sus propias capacidades. Ni por asomo se les cruza usar a alguien para conseguir sus intereses, que tienen un presente brillante y un futuro promisorio y lleno de éxitos, que esperan y quieren todos los días algo nuevo y  mejor de la vida. Todos los días esperan y quieren  algo nuevo y mejor de la vida. 

Ellos saben que la vida es lucha, por lo que entonces hay que luchar. Se cayeron mil veces y mil veces se levantaron, muchos con la frente marchita y en alto, sin ver en nadie el reconocimiento a sus luchas y sacrificios. Y al milagro de recuperarse cómo sea después de las más graves caídas, ponerse de pie, y seguir luchando. Caminando por el largo, sinuoso, difícil y duro camino que se llama vida, como si no hubiera pasado nada .  

Que agradecen las caídas y las luchas en su vida, porque saben que luchar por sus sueños, sus ideas, su gente y su propia vida, es lo que le da sabor y sentido a la vida. Es lo único que justifica estar vivo, es lo que justifica estar en este mundo. Lo que único que justifica vivir. 

Porque saben que luchar, caerse y volver a levantarse y seguir luchando nos hace cada día mejores. Saber  luchar  por sus ideas y necesidades limpiamente es lo único que nos permite  en esta dura y complicada vida alcanzar un cierto bienestar y alcanzar una cierta felicidad.