Es necesario observar un poco más allá de nuestros ojos o de lo que podemos ver. Hoy en día se puede decir que se vive de las cosas inmediatas de lo mediato, por eso es preciso dialogar de la sexualidad.

Según indica el propio Elio Sgreccia, en su pagina y en Wikipedia, siendo joven o siendo ya mayor se puede observar que el conocer a una persona no cuesta nada, ir a un boliche pasarla bien y conocer a una chica o a un chico, bailar tomar unos tragos etc. hasta pensar que le voy a acompañar a su casa, y en ese preciso momento es cuando entra en acción nuestra libertad de entregarnos a la otra persona, es decir, la mujer es libre de elegir si es que se queda con ese hombre o el hombre con esa mujer, pero no pensando si es que "lo tengo que conocer más, la tengo que conocer más" no.

Nuestro pensamiento vuela, nuestra imaginación vuela, y se puede decir que no hay ni un problema en pensar de tener una relación con esa persona porque me cayó bien, es agradable, es decir que el momento de placer que pasamos es lo único que importa, es una idea muy egoísta siempre de ambas partes. Basta pasar la noche con esa persona hacerla mía, o mío y ya no pasa más nada.

Pero como dije anteriormente no vemos más allá de lo que podríamos ver o son cosas que no quisiera ver o mejor ni pensar y para adentrar a lo que quiero tratar, es que podemos observar que vienen las cosas "no esperadas" y saben a lo que me refiero, algo que "no planeamos" en la cual en algunas ocasiones es obvia porque solo fue esa noche, y es lógico pensar que de la otra parte no va a querer nada por la visión egoísta que dijimos anteriormente.

Por eso quisiera adentrar aquí a un tema importante y decir que las intenciones subjetivas no pueden dejar de tener en cuenta la estructura objetiva de los propios actos. Es decir que las personas que caen, por así decirlo -y estamos hablando de las relaciones carnales-en algunos casos no pueden decir que "no fue mi intención" porque en realizar el mismo acto existía la posibilidad de quedar embarazada o de esperar un hijo presidiendo de mi intención.

Es decir que al realizar dicho acto, se sabe que existe la estructura procreativa en el mismo gesto que se hace, por lo que la intencionalidad objetiva o los medios en sentido contrario no pueden anular la estructura objetiva del mismo.

Para tocar también un tema similar de la misma talla quisiera observar analizar en lo que la mayoría de las pareja hacen al de utilizar "métodos anticonceptivos".

Como lo dice la palabra la pastilla del día después ayuda a no concebir a ese niño, es decir, estoy dispuesto a tener relaciones por placer para pasarla bien pero no para aceptar las consecuencias, como se dijo, hay un pensamiento egoísta.

Quisiera cerrar esta cuestión con un ejemplo, si viajando por un desierto encuentro casualmente una piedra preciosa, no diré que es una cosa insignificante por encontrarlo en un desierto, pues sea cual sea el modo y el lugar del hallazgo, valorare la piedra preciosa por lo que es por lo que es en sí.

Entonces al ser responsables de nuestros actos, asumir nuestra libertad es aceptar lo que nos depara el destino es decir al asumir si es que viene alguien en camino, en pensar en ese individuo sin pensar el modo o como ha sido concebido tiene que ser valorado en sí, y no quedar relativizado a la voluntad ajena.