La sociedad actual esta tomando una conciencia distinta sobre lo que significa el feminismo en lo colectivo, aunque el machismo se encuentra latente en cada individuo, ya que se trata de la construcción social del sexismo que parte de hace muchos siglos atrás.

En Argentina el mes pasado se produjo una marcha multitudinaria en la mayoría de los focos céntricos del país, que entre reclamos y manifestación de ideas el mensaje era claro, el respeto hacia la mujer como persona y sujeto de derechos, la igualdad de genero, la legalización del aborto para evitar la clandestinidad, bajo el principio que las elecciones sobre el cuerpo son exclusivas del individuo y el repudio hacia la violencia contra la mujer por su condición de mujer.

Lo cierto que este fue un hecho que acaparó los medios masivos de comunicación, pero en época de elecciones se podía apreciar como políticos que han tomado decisiones que desprestigian la lucha y reclamos justos de todo militante y creyente de las causas del feminismo, mostrándose a favor de la marcha. Parece incluso gracioso que la demagogia sea tan burda por momentos utilizando una causa ajena que ni siquiera se presenta en la agenda de estos políticos.

Pero no son solo los políticos, los vemos en todos lados, la demagogia no es solo política, es el simple hecho de decir o hacer un hecho solo por las repercusiones de tener una mejor imagen propia frente a los demás. El feminismo no es solo una idea, es una elección de vida, una manera de mirar al mundo y reclamar la igualdad justa y que debe ser garantizada por la condición de ser humano y vivir en un estado de derecho.

"Es una causa exclusiva de las mujeres que va en contra del genero masculino", es el principal cuasi-argumento para defenestrar y desinformar sobre lo que realmente significa una posición que busca la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, donde el hombre también se ve totalmente afectado por un machismo, que busca imponer estereotipos de como debe llevar la vida el hombre, de como debe actuar, vestir, pensar, desear, sentir, acaparando incluso los objetivos de la vida, algo realmente atemorizante.

Defender el feminismo no es solo defender a las mujeres en si, es defender las elecciones de uno, defender las personas que son la parte femenina de uno en la vida, su madre, su abuela, su novia, esa personas a las que realmente uno les demuestra su cariño se amalgama con la lucha por los derechos y la dignificación de la mujer.

Es momento de empezar a replantear el modelo cultural en el que vivimos, de apartar las cuestiones que construyen y alimentan al "macho", de empezar a concretar realmente de lo que se trata la discriminación, el acoso, y el avalar una cultura que oprime las elecciones de quienes no nos ajustamos así, de quienes decidimos buscar la seguridad de nuestra personalidad.

Se sigue sosteniendo lo mismo, un hombre no pude ser feminista, y si decide creer y luchar desde ese lugar, se lo discrimina, defenestra y se le trata de quitar su condición masculina, desde mi punto de vista la manera de luchar contra esa discriminación que tiene sus raíces en la sociedad, es mirando y analizando todos los presupuestos desde la mirada de evitar la distinción por géneros, se trata de que somos todos iguales ante la ley, con la misma igualdad de oportunidades, se trata de empezar a unir y no hay dividir, algo que es una realidad y triunfará.