El domingo 26 de julio pasado se celebró el aniversario número 400 de la ciudad de Baradero, una fiesta que se venía programando desde hacía un año. En el marco de la conmemoración hubieron varios artistas invitados, desde bailarines folkloricos hasta cantantes de la musica popular.

En una parte del predio se armó un asador gigante y la gente desfilaba (tras hacer una cola interminable) a buscar una porción gratis de nuestro plato típico. Entre los invitados estaban también los siempre simpáticos Cocineros Argentinos, que aparte de cocinar se tomaron su tiempo para sacarse fotos con la gente.

Entre los invitados al festejo asistieron personalidades relevantes de la política (de cara alas paso 2015)como Daniel Scioli, Anibal Fernández, Martin Sabatella y Gabriel Mariotto. También andaba suelto como bola sin manija Miguel Del Sel, sacandose fotos y saludando.

Como plato fuerte del show se presentó Axel, el cantante bonaerense que hace suspirar a las chicas, por su voz suave, sus ojos claros, por la letra de sus canciones y quizas también por su jopo. Lo cierto es que su talento es innegable y eso lo demuestra arriba del escenario con la fuerza de su música y su cadencia al cantar.

Pero lamentablemente todo esto se ve opacado con una actitud caprichosa y egoísta que sólo se ve detrás de bastidores.

Toda esa gracia y simpatía marketinera desaparece cuando un trabajador de la prensa le quiere tomar una foto (y ni hablar de hacerle una nota de tres preguntas).

Cual si fuera el indio solariy tras esperarlo durante horas (su show estaba previsto para las 16 hs y se presentó cerca de las 19) y hablar con Gabriel, alguien de su entorno, pidiéndole hacer una foto con Axel, eso nunca sucedió.

¿Cuál es el problema?. El problema es ese aura de estrella que rodea al cantante.

Un total desenfado y arrogancia al pasar frente a los fotógrafos acreditados sin darnos la oportunidad de registrar una imagen de su persona para vincularlo a tan importante y esperado festejo. Quien suscribe tuvo que limitarse a pararse entre la muchedumbre y desde ahí tratar de retratar el momento.

La foto publicada en este artículo fue la única que pude sacar entre empujones con mis colegas periodistas. Es la imagen del momento en que sale de su camerino hasta el escenario.

Obviamente la indignación que genera éste tipo de trato nos hace preguntar: ¿Qué lleva a un artista que predica solidaridad y amor hacia el otro hacer semejante desplante a gente laburadora que lleva horas esperándolo? ¿Con qué sentido uno viaja cientos de kilómetros, se toma el trabajo de acreditarse y finalmente tiene que cumplir con su labor desde el público?

Tal vez este muchacho esté mal asesorado, o la exitoina se le subió al jopo. Como sea no son acciones que coincidan con su relato y demuestran un lado desagradable y decepcionante.

Quizas crea que es mas importante e interesante que un candidato a presidente o uno a gobernador ( quienes sin ningún problema se dejaron fotografiar por los periodistas ahi presentes). El tema es poder ver que no todo lo que brilla es oro, y que un lado oscuro habita en todos, incluso en un artista tan querido como Axel.