Los debates tienen como objetivo informar y comunicar que harían hipotéticamente los candidatos con el poder ejecutivo que le confiere la sociedad Argentina.

El debate realizado el pasado domingo contó con la ausencia de uno de los seis candidatos a presidente por la nación, y justamente es quien se mantiene primero en las encuestas y en la intención del voto según los números de las PASO.

Desde el arco oficialista se justificó la ausenciade su candidatodebido a lo que el contenido real del debate, el jefe de gabinete de la nación Aníbal Fernández tildo de "Show Mediático" a algo que según su visión buscaba desprestigiar la imagen del actual gobernador bonaerense.

Por el lado opositor Sergio Massa, candidato a presidente por el espacio político UNA, tildo a el "faltazo" de Scioli, como una falta de respeto hacia la audiencia, y la sociedad argentina.

Personalmente creo que no es más que una estrategia electoral desde los dos extremos de la política actual, quizas sea real el intento de desprestigiar al candidato kirchnerista ya que el espacio opositor Cambiemos, principal adversario electoral del gobierno nacional recibió un duro golpe debido a lo que titulan como "Niembrogate", o las múltiples causas de corrupción que afloran al rededor del PRO principal partido dentro de esta alianza que pregona como lemas la transpariencia y la condena a los hechos perversos dentro de la política, términos que quedan en velo por un supuesto modus operandi de defraudación de fondos públicos.

Desde el lado del kirchnerismo la posición es más evidente, al tener un candidato que tiene chances reales de obtener dos o más puntos que permitirían acceder a una victoria en primera vuelta, por lo tanto un debate que enfrentaba a cinco candidatos que se proclaman como combativos al gobierno nacional, supondría una defensa exhaustiva de 12 años de gestión kirchnerista por parte del gobernador bonaerense, por lo tanto podría significar el funeral o la reivindicación política de Daniel Scioli como candidato, un riesgo que el sciolismo no quiso correr.

Existe un antecedente histórico sobre la ausencia del candidato que se ubica como favorito en la intención del voto, y se trata del mismo expresidente de la nación Carlos Menem, quien se negó a un debate frente a su adversario Eduardo Angeloz, en 1989, curiosamente se trata de dos candidatos del mismo sector ortodoxo del Partido Justicialista, a lo que presupone una estrategia peronista que no es exclusiva del kirchnerismo.

Entonces es una estrategia en si "el faltazo" al debate presidencial?, Si, se trata de una maniobra de mantener un electorado que tiene un porcentaje alto de convencimiento y de crecer minuciosamente y no perder en el intento.

Lo que deja el debate presidencial es que se debe mejorar y mucho, pero es un gran paso en materia de transparencia electiva, pero a medida que pase el tiempo se deberá discutir el nivel de vacío de muchos discursos que no se escapan mucho de las propagandas de cada candidato.

Lo curioso es que el mismo sciolismo sostiene la necesidad de la creación de una ley nacional de debate, que obligue a los candidatos que obtengan el piso necesario de votos en las PASO, a participar de un gran debate nacional, algo que en la practica no sucede.