Cuando unos 200 despedidos (según cifra oficial) de un total de 4500 trabajadores municipales de La Plata se presentaron con un petitorio ante la sede municipal para que se revea su situación, ningún funcionario los recibió, y a cambio, por orden del jefe departamental de Coordinación platense, comisario inspector Darío Cameini, la respuesta fue una represión salvaje con gas pimienta, gases lacrimógenos y balas de gomas disparadas a corta distancia. Hubo al menos 20 heridos.

El intendente del Pro, Julio Garro, avaló la violencia argumentando que eran punteros políticos, y a los cesanteados los calificó como “empleados de papel”.

Mi opinión personal. Nunca tiene justificativo el ejercicio de la intimidación y el terrorismo, sea contra quien sea, y menos aún ante la indefensión de las víctimas. En los canales de TV se notaba a las claras que era gente trabajadora –y sin armas- que solo ejercía su derecho a reclamar que se negocien las desafectaciones laborales.No se vio a ningún manifestante arrojando piedras u otros objetos a la policía. Además, recurrir a la protesta es legítimo, no un ilícito. Luego Garro pidió perdón en tanto continuaba la balacea.

Para peor, junto con la muestra de arbitrariedad y atropello policial por mandato del Palacio platense, la gobernadora de la provincia María Eugenia Vidal (quiere echar 30 mil más) impuso por decreto la suspensión de paritarias municipales por seis meses, aduciendo estado de emergencia financiera y administrativa ante falta de recursos económicos.

No hay dinero para sueldos, sí para la AFA. Quizá no quepa la comparación, pero si por un lado no hay dinero para los asalariados, a fin de vivan de su Trabajo y cubran sus necesidades básicas, me suena desatinado (a mi entender) que Macri acabe de elevar el presupuesto de la AFA a 120 millones de pesos más, ampliándolo a 1.898, y transferidos de las partidas originalmente previstas para el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, incluido en las obligaciones a cargo del Tesoro.

Que se quiera apuntalar Futbol para Todos (con todo mi respeto a los amantes de este deporte) o a una entidad tan cuestionada por sus manejos económicos, me fue tan difícil de digerir como las palabras de beneplácito del gremialista Hugo Moyano en Casa de Gobierno “porque se beneficiarán el futbol y el gobierno”.

Repudio del FPV y CELS.

Esta última entidad denunció que “se garantice el derecho a la protesta, se dé marcha atrás en los despidos masivos sin alternativa laboral” y se investigue la acción policial. Alertó que existe un clima de estigmatización y amedrentamiento del empleo público, con persecución ideológica y sin canales de negociación con referentes sindicales o sociales.El bloque de diputados del FPV pidió la interpelación del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. Salió a defenderse ante las cámaras “no existió instrucción… que ordenara la actuación de la Infantería”. Su presencia “tenía como único objetivo impedir el ingreso violento de activistas políticos”

Testimonios de las víctimas. Por su parte, en declaraciones a la prensa, manifestantes entrevistados dijeron que quienes aparecieron con palos y piedras eran infiltrados, desconocidos por ellos, “no eran compañeros de trabajo”.Añadieron que firman su concurrencia diaria, que no son “ñoquis” y que se desempeñan en su mayoría para la atención de gente en situación de calle. “Numerosas personas pueden dar fe de que trabajamos desde hace años.”