Los diferentes gobiernos argentinos, hicieron "extraordinarias concesiones" a los "monopolios hidrocarburiferos" mediante "contratos leoninos", esto trajo como consecuencia el "vaciamiento y el endeudamiento" de la empresa "Yacimientos Petrolíferos Fiscales" allanando de esta manera el camino hacia su privatización definitiva durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.

Dicho "fraude" se concretó cuando la petrolera fue convertida en sociedad anónima y los yacimientos hidrocarburiferos fueron transferidos del estado nacional a las provincias (Previamente se aplicaron medidas de desregulación orientadas a ampliar la entrada de capitales privados).

En la primera etapa "privatista" (1992/1999) el estado nacional retuvo el 20 % de las acciones mas la "acción de oro" mientras que los estados provinciales mantenían el 12 %, hasta que a finales de la década de los noventa, el paquete accionario de "Yacimientos Petrolíferos fiscales" fue vendido casi en su totalidad a la española Repsol.

Posteriormente los gobiernos del matrimonio Kirchner (Cómplices de la "estafa Privatista") profundizaron los lazos de YPF con Repsol y con el capital privado, tal es así que el ex presidente Néstor Kirchner, dejó "servida en bandeja" la plataforma marítima Argentina a Repsol a través de la sociedad anónima "fantasma" Enarsa, posibilitó la entrada del grupo Petersen Eskenazi (al cual se cedió el 25 % de las acciones) y entrego en concesión por cuatro décadas el yacimiento de cerro dragón a la compañia Pan América Energy.

En el año 2012, el gobierno de Cristina Fernández decidió realizar la re_compra por parte del estado nacional y de los estados provinciales del 51 % del paquete accionario de Repsol en YPF sin embargo esta medida confirmó la privatización ya que la empresa continúa regida por las leyes de la bolsa de Nueva York y mantiene las formas de sociedad anónima sin "control publico", además el sector privado mantiene el 49 % de las acciones.

Al mismo tiempo se deja abierta la posibilidad de ampliar la participación de dicho sector en la empresa, esto queda evidenciado en la recuperación por parte de Repsol del 6 % de las acciones vendidas a Eskenazi y en la entrada como accionistas del mexicano Carlos Slim y del estadounidense George Soros.

El principal objetivo detrás de esta política ha sido el negocio del fracking y la entrega en concesión del yacimiento de vaca muerta en la cuenca neuquina, a los capitales extranjeros (Chevron, Pan América, Dow Chemical, etc).

Con el fin de convalidar dicha operación fue nombrado al frente de YPF, Miguel Galuccio (Hombre ligado al capital foráneo). A la vez se impulsó una nueva ley de hidrocarburos que da "luz verde" a futuros negociados en favor de las corporaciones.

La actual administración Macri trae "entre manos" una nueva "lógica privatista", que se manifiesta en las designaciones del ex Ceo de Shell Juan José Aranguren al frente del ministerio de energía y minería y del ex gerente de Pan América Energy Jose Luis Sureda al frente de la secretaria de hidrocarburos así como en la continuidad del ex gerente de Schlumberger Miguel Galuccio al frente de YPF. A la vez por medio de un decreto de necesidad y urgencia el gobierno nacional anulo la comisión que se encargaba de controlar el mercado de hidrocarburos. A esto debemos sumar la ampliación de los acuerdos con Dow Chemical en el área "El Orejano" en vaca muerta.

Solo queda seguir batallando hasta lograr una "autentica soberanía" hidrocarburifera.