En el día de la fecha, amanecimos con la noticia sobre el regalo del Papa a Milagro Sala, justo antes de su viaje a México. Se supo que Francisco le envió un rosario bendecido a través de uno de sus más estrechos colaboradores argentinos.Según cita el diario Página 12, también le hizo saber a la dirigente social detenida en la provincia de Jujuy que “está muy preocupado por su detención”.Este no es el primer gesto de Francisco hacia Sala.

No debemos olvidar que hoy Milagro Sala continúa detenida en Jujuy acusada por organizar un campamento frente a la sede de gobierno provincial, pero luego le imputaron un delito más grave que impide su liberación: asociación ilícita, fraude y extorsión.Muchos periodistas no se mostraron para nada de acuerdo con este gesto del Papa.

Uno de ellos fue Jorge Lanata, que entre otras cosas expresó : “Sería bueno que el Papa fuera a Jujuy y viera. Sabemos lo que Milagro Sala hace, sabemos que es ilegal la situación” y a modo de corolarioexpresó “Está claro que el Papa debe saber y en este caso la está defendiendo”.

Dicho todo esto, y habiendo escuchado la opinión de renombrados y confiables periodistas, también quiero, desde mi lugar de ciudadana y feligresa común, expresar la mía.Desde siempre comocatólica he creído y tenido fe en los Papas, los he respetado sin cuestionarlos en nada, aunque confieso que los más queridos para mí fueron Juan Pablo II a quien siempre consideré un Santo, antes de su beatificación y ahora, como muchos, me enorgullecí cuando eligieron a Francisco.

Sin embargo, en los últimos tiempos, nuestro Papa está dando muestras de ser más político que religioso y a pesar de haber expresado no querer meterse en estas cuestiones eso solo parece haberse respetado a rajatabla en el caso del saludo que fue negado a Mauricio Macri, cuando asumió como Presidente, y que tanto esperábamos de él, siendo que en otras oportunidades, habiendo repetido hasta el cansancio la premisa de no querer inmiscuirse en cuestiones políticas, recibió casi sin dudarlo a casi todos los miembros del gobierno Kirchnerista, sabiendo ya lo corruptos que erany todas las denuncias que tenían.

¿Estamos en presencia de un Papa abiertamente Kirchnerista? Un Papa que además de ser abiertamente Peronista, juega solo para el gobierno anterior y desconoce a quien eligió la mayoría, casi en un gesto de desautorización, o de minimizar su accionar, o de desconocer la problemática con la cual se ha encontrado el actual gobierno, fruto de la anterior gestión?

Esas actitudes suyas, están dejando mucho que desear para quien debería ser alguien totalmente ajeno a cualquier cuestión política, como supusimos quiso demostrarnos cuando recibía a toda la comitiva K, como un gesto de tal vez obligación, por aquel el gobierno de turno, pero sin embargo, esas imágenes de todos ellos fotografiándose junto a su Santidad, quedan ahora como un reflejo de hasta cierta complicidad de Francisco con quienes sabemos tanto mal han hecho a nuestro país, y ahora además aparentemente se encuentra defendiendo a un personaje casi siniestro, que está más que justificadamente presa.

Deberemos esperar, pacientemente pues él es la máxima autoridad hoy dentro de la Iglesia Católica, pero sinceramente, estos gestos, no han caído muy bien a muchas personas que quisieran ver a un Papa más comprometido en la lucha contra la corrupción y que apoye la gestión de un gobierno que tanto tiene por delante en este aspecto.