Luego de recolectar más de 200 mil firmas pidiendo la renuncia y el juicio político para los jueces bonaerenses Horacio Piombo y Ramón Sal Llargués, que en su momento le redujeron la pena a un violador alegando que un nene de 6 años tenía tendencias homosexuales, desde la misma plataforma ahora le solicitan tanto al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, como a la Corte Suprema de dicho distrito que no les acepte las renuncias y sean llevados a juicio político.

"Al no aceptarle la renuncia estos dos jueces irían a un jury de enjuiciamiento y también perderían la jubilación y todos los beneficios que trae el hecho de ser juez", dice parte de la petición, que en pocos minutos recolectó más de 7 mil firmas, y que se suma a las más de 200 mil personas que se indignaron por la decisión que tomaron los magistrados.

En la recolección de firmas pasada, María Santiago, que lleva adelante esta iniciativa, escribía: "Les SOLICITO el URGENTE TRATAMIENTO del JUICIO POLITICO a los jueces Horacio Piombo y Ramón Sal Llargués por haber emitido un fallo en el que redujeron la pena de un violador argumentando que un niño de 6 años víctima de abuso sexual tenía 'una orientación sexual homosexual'".

Cabe recordar que, como bien se aclara, este no es el primer fallo que toman en este sentido tanto Piombo como Sal Llargués, ya que en 2011 le redujeron la pena a un pastor acusado de abusar de dos chicas de 14 y 16 años, argumentando que "son de un nivel social que acepta relaciones a edades muy bajas".

Entre otros tantos fallos arbitrarios que tomaron tanto Piombo como Sal Llargués, el año pasado le redujeron de 40 a 25 años la pena de cárcel a un profesor de música que había abusado de cuatro niñas de entre seis y nueve años, alegando que era descabellado darle la misma pena a un violador que a un asesino serial. Otro de los tantos fue en 2012 otorgándole la libertad asistida a un hombre que había violado a su hijastra de solo 12 años.

Tras la llegada del fallo a los medios de comunicación y las redes sociales, y conocerse que en una parte del mismo decía que el niño "es gay y ya tiene su sexualidad definida", la presión social sobre los jueces aumentó hasta el punto que dimitieron de sus cargos, aunque lo que se espera es que sean elevados a juicio político.