El idolatrado indio Solari nuevamente se presentó en vivo frente a miles de fanáticos que esperaban disfrutar la misa ricotera, pero el evento terminó en desastre con varios heridos y muertos.

Según fuentes oficiales en el tercer o cuarto tema del show, aproximadamente 20 minutos luego de iniciado, se produjo una avalancha en el público ubicado en el inmenso previo de Olavarría, lo cual produjo apretones, heridos, caídas y según fuentes oficiales hasta 2 muertos. Sin embargo la tragedia podría ser mucho peor, según afirman los asistentes al show que fueron hospitalizados y ya salieron del mismo, las víctimas faltes podrían llegar hasta 11 dentro de las cuales se encuentran menores de edad, y los heridos podrían ser más de 30.

Diferentes redes sociales montaron páginas y grupos para intentar encontrar a las decenas de desaparecidos de los cuales familiares no tiene contacto alguno, y no se sabe nada acerca de su situación. Por el momento los medio de comunicación parecen estar minimizando la tragedia. Aparentemente el colapso de gente se produjo por el colapso del predio que estaba preparado a duras penas para recibir 200.000 personas, sin embargo se especula que llegaron a entrar hasta 300.000 personas que derribaron la capacidad del lugar.

Para comenzar, el predio no contaba con más de 2500 miembros de seguridad, por lo que, claramente la capacidad de captar y controlar el inmenso público del lugar fue muy limitada.

Sin mencionar que aparentemente también se vendieron entradas numeradas por fuera de la capacidad real del predio. Pero, ¿quién es realmente el culpable de esto?

La respuesta en primera instancia es el estado, primero y principal por permitir que se lleven a cabo eventos de semejante magnitud, y segundo por advertidos de que monumental evento se llevará a cabo, no tomar las medidas de inspección tanto en materia de seguridad como de salud, y condiciones generales del predio para recibir a la gente de forma satisfactoria.

Argentina tiene una fama de tener “el mejor público del mundo”, sin embargo las condiciones de los Recitales son deplorables, ni siquiera el público que asiste a shows de las bandas internacionales se salvan de las decadentes condiciones de seguridad, salud y controles.

¿Hasta cuándo las productoras y el estado que no toma cartas en el asunto va a jugar con la vida de la gente?

No es posible en el año 2017 no se sabe todavía en Argentina si uno asistirá a un show y regresara vivo, la seguridad en los recitales en general nunca es suficiente ni eficaz, los robos en shows se incrementan cada vez más, al igual que la venta de droga, y la inseguridad fuera de los predios no custodiados. Sin mencionar el aprovechamiento de del público subiendo los precios de alimentos y bebidas provocando en ocasiones muerte por deshidratación.

El público argentino tiene que recapacitar frente al consumo y aceptaciones de estas condiciones en espectacular, y reclamar que el estado establezca una regulación que garantice la integridad física de los asistentes.