Un hecho que habla tan bien como mal de Argentina; por primera vez en su historia se va a juzgar a un vicepresidente que está en activo en su cargo electo. El hecho refiere al vicepresidente Amado Boudou, a quien se lo acusa de comprar de forma ilícita un auto, por lo que será sometido a juicio oral en un tribunal federal. El magistrado que decidió esto es Claudio Bonadio, juez un tanto polémico y criticado por el partido del gobierno y algunas ONG independientes.

Aun no se sabe la fecha exacta en la que dará comienzo el proceso por la compra del citado vehículo, pero en caso de ser hallado culpable, puede afrontar una pena de entre uno y seis años de prisión.

Amado Boudou es un economista de 52 años que en sus comienzos políticos adhirió al liberalismo, pero que se volcó al Kirchnerismo cuando asumió el poder Néstor Kirchner, allá por 2003. El vicepresidente ha sido implicado en otros temas de corrupción, como el caso del rescate a la única imprenta de Argentina que fabricaba billetes de curso legal. El escándalo se agrava por la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de mantenerlo en el cargo aun cuando la oposición pide su dimisión. Bodou también preside el senado y en cada sesión los opositores reclaman su suspensión, pero la mayoría kirchnerista se niega a debatir el pedido.

Por otro lado, el partido del gobierno atribuye estas denuncias contra el vicepresidente como una orquestada "operación mediática" para intentar desacreditar a los que en el año 2011 arrasaron en las elecciones presidenciales con un 54% de los votos.

Lo que si es cierto es que muchos analistas políticos, no se explican cómo Cristina Fernández no le ha pedido todavía a Boudou que renuncie a su cargo por el bien del partido. Algo que según subrayan estos analistas, podrá pasar factura de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2015, ya que las acusaciones de corrupción constituyen la peor imputación que se puede verter sobre un partido político, porque son las que más desgastan la confianza de los votantes.