El kirchnerismo sabe que muy posiblemente pueda ir a tablas. No quedan muchas piezas posibles para mover. Antes seguir perdiendo figuras, realiza algunos movimientos para proteger a la Reina. El Rey, hoy en día muerto, fue reemplazado por Carlos Zannini, verdadero artífice de lo que hoy en día se conoce como kirchnerismo.

La noticia más relevante al momento del cierre de las listas fue el movimiento que realizaron enrocando una de las torres (Daniel Scioli) para proteger al Rey, y sacrificando un alfil, Florencio Randazzo. El alfil es considerada una pieza menor en el tablero.

Quizás por eso realizaron el movimiento táctico de sacrificio por la Reina. Quizás el significado más relevante sea el que le dan en Italia, Alfiere, que quiere decir abanderado. Randazzo se considera eso: un "abanderado del Proyecto". Pero probablemente dentro del Frente por la Victoria lo vean cómo lo llaman en Francia al alfil: Fou, cuyo significado es bufón.

Ya protegido el Rey llevándolo como candidato a vicepresidente, y controlando a su vez a la torre al tenerla a su lado, el siguiente movimiento debe ser de llevar al ataque a todos sus peones. Estos, al ser la primera línea, fieles a su ideología, coparán el centro del tablero. Desde allí tendrán el panorama completo y el control de la situación.

El Parlasur y el Congreso son el objeto del deseo. Son el centro del tablero. El campo de batalla. Desde allí podrán actuar en el ataque y, principalmente, en la defensa de su Reina y su Rey.

Todos los acólitos al kirchnerismo tienen su posible destino posterior a diciembre. Varios de ellos caerán en batalla y no obtendrán su bancada, excepto que los movimientos de protección deriven, acaso, en un movimiento de ataque al Rey Amarillo contrario y terminen dando jaque mate con un porcentaje mayor al de 2011. Allí muchos peones no sucumbirán a las fichas amarillas del lado opuesto del tablero, y tanto Máximo Kichner, Eduardo "Wado" De Pedro, Kicillof y Larroque podrán disfrutar de los fueros que buscan.