Cuando se cumplen…, sí, remarco, cuando se cumplen, las leyes tienen un gran poder; tanto como el que ha demostrado la Ley 26331, sancionada en 2007, y destinada a la Protección de los Bosques Nativos.

Desde que esta norma legal fue sancionada, la destrucción de tierras forestales de bosques nativos se redujo en un 60 %, una cifra significativa que se desprende del relevamiento técnico y posterior informe que han presentado los miembros de la Secretaría de Medioambiente de la Nación.

El equipo integrado por el secretario de Ambiente, Sergio Lorusso; la subsecretaria de Planificación y Política Ambiental, Silvia Révora; la directora de Bosques, Inés Gómez; y la responsable de la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal, Celina Montenegro, han destacado el "trabajo de excelencia" que llevaron a cabo los técnicos de bosques, quienes relevaron nada menos que 53 millones de hectáreas de las que el 80% deben protegerse contra cualquier intención de ampliar la frontera agrícola.

Una ardua labor de control y monitoreo por medio de imágenes satelitales junto a otros recursos, fueron la radiografía de que la ley había dado sus frutos, tanto que se constató que en el período 2013-2014 se destruyeron 188.000 hectáreas, cuando entre los años 2007-2013, la pérdida anual promedio fue de 300.000 hectáreas, y en el 2006-2007, la voracidad de las taladoras se llevó 720.000 hectáreas de bosques.

A partir de la elocuencia de las cifras, Lorusso valoró que la Ley 26331 fue "un antes y un después" en la protección de nuestros bosques nativos, y recordó que la protección de los mismos es una herramienta fundamental para afrontar las consecuencias del cambio climático que, según dijo, casi siempre perjudican a los más indefensos.

Asimismo, el funcionario destacó que esta obligación preventiva y a largo plazo que tiene el Estado, ha conllevado una inversión de más de mil millones de pesos, que tienen como objetivo principal la instauración de políticas de gestión sustentable, apelando tanto a un cambio de estrategias en la industria maderera como en los sectores ganaderos. Según dio a entender el funcionario, ambos sectores tendrán que compatibilizarse con los bosques nativos.