Un cruce de ideas en torno a las propuestas del Papa a favor de la defensa de humildes y trabajadores, tiño el cierre de campaña rumbo al ballotage del domingo, con conceptos en su defensa y en su ataque.El hecho de que Daniel Scioli lo invocara -como en muchas oportunidades- y deteniéndose específicamente en el llamado de Francisco a los argentinos para que voten a conciencia por el que crean que más defenderá sus derechos, sacó a la luz una fuerte descalificación por parte de Mauricio Macri, quien se sintió ofendido, utilizando a su asesor de imagen Duran Barba para que diera rienda suelta a un libreto contra una de las personas más amadas y respetadas del mundo.

Scioli hizo suyas las consideraciones del Papa: “hay dos caminos, el de la inclusión y el de la exclusión y hay que salvarse de un capitalismo salvaje”.En tanto, representante del neoliberalismo que no desmiente, Macri, mal advertido por su publicista, cometió un tonto error de “sentirse agredido” por el matiz papal. Si bien habló de pobreza cero, acceso a la vivienda, a los créditos, con cloacas y de echar al narcotráfico, no reveló la receta económica neoliberal que aplicará para cumplir estos sueños, y obvió todas las premisas que en este aspecto sostiene su equipo, mientras eligió como vocero a Barba para bajarle la voz al Papa.

Scioli se hizo carne de la posición de su Santidad argumentando que su compromiso es defender el trabajo, el salario y la familia, “mi prioridad son los más humildes, los trabajadores y la clase media”.

Repitió la frase del Papa: ”El estado presente o el capitalismo salvaje” Agregó que su diferencia con ese capitalismo es su negativa a atentar contra el bolsillo de quien trabaja, que está a favor de la estabilidad económica y no del golpe de mercado y fuerte devaluación; agregó que no pactará jamás con “el diablo” que son los fondos buitres y el FMI que viene a imponer quita de subsidios estatales a los servicios públicos y recortes salariales y jubilatorios, una situación que es lógico que despierte miedo en los argentinos.

Durán Barba lo condicionó a Macri; antes de su cierre de campaña en conferencia de prensa declaró: "Nadie vota pensando en lo que piensa el Papa. No mueve más de diez votos en un país", Mauricio recurrió al silencio pero le dio la palabra a su consultor, quien añadió :"si una señora quiere abortar, que aborte y lo vamos a cambiar." El PRO puso a Barba para que cargara tintas contra Bergoglio, pero al abordar algo tan delicado como el aborto, se le vino encima la necesidad de apurarse a no ahuyentar al clero y al votante católico.

Algunas repercusiones en torno a la figura papal. Muy allegado a Francisco, el Padre Pepe –párroco en San Martín– cuestionó: “la opinión es liviana, confusa y peligrosa de alguien que se preocupa más de la imagen que del mensaje en sí".

Bergoglio no quiere un país liderado por las fuerzas salvajes del mercado. Escribió la periodista y amiga personal del Papa en diario Crónica, Alicia Barrios. Cuando recomendó votar a conciencia -manifestó- como lo afirma en todas sus mensajes pastorales, nos indicó que "Quiere un gobierno que mire a los ojos a los pobres, con alta sensibilidad social en sus planes, con una economía que esté conducida por hombres buenos y no por las fuerzas salvajes del mercado, que no descarten a los viejos, los jóvenes, ni a los chicos y favorezca solo a los ricos". Recordó que en 2012 criticó a la CABA como “pecadora y coimera”.