Junto con la adolescencia llegan los problemas de hormonas que pueden llegar a resultar una verdadera pesadilla para los jóvenes. La piel se llena de sebo y los problemas de acné hacen su desgraciada aparición, lo que provoca no sólo inseguridad en ellos, sino problemas serios en el cutis del rostro (y otras áreas) que pueden marcar para siempre la piel.

A partir de los 11 años hay que extremar los cuidados higiénicos ya que la mezcla de sudor con bacterias produce olores desagradables y, en el rostro, puntos negros y espinillas. Es importante atacar los primeros síntomas de acné juvenil, ya que el descuido y la falta de limpieza del rostro pueden generar cuadros serios, con comedones que se infecten y dejen marcas que serán difíciles de borrar en el futuro.

Para evitar el acné juvenil y las repercusiones futuras que un mal cuidado de este puedan tener es importante tener una limpieza profunda y constante. Para ello te damos algunos consejos y una receta casera que mantendrá el cutis limpio y sano.

Precauciones

Exfoliación: Es importante favorecer la eliminación de células muertas y limpiar los poros. Hidratación: Una piel puede ser grasa y, aún así, estar deshidratada. Usar productos de textura muy suave y beber abundante agua. Alimentación correcta: Evitar picantes, embutidos, frituras, café, grasas elaboradas, que favorecen un cutis con impurezas. Sí, comer frutas, verduras y cereales integrales. Limpieza: Cada noche, aplicarse un tónico y limpiar cuidadosamente rostro y cuello.

No usar productos con alcohol o ácido salicílico: si bien mejoran temporalmente la apariencia de la piel, el alcohol tiene el efecto de aumentar la producción de sebo, y el ácido salicílico resulta muy agresivo, por lo que se sensibiliza y deshidrata la piel.

Tónico descongestivo antibacteriano

Ingredientes: Agua de azahar, 50 miligramos; Tintura de benjuí, 12 gotas; Infusión de manzanilla, 100 miligramos; Glicerina, 50 miligramos; Aceite esencial de árbol de té, 5 gotas; Aceite de sándalo, 4 gotas; Aceite de lavanda, 6 gotas.

Preparación: Preparar una infusión bien cargada de manzanilla, colarla y dejarla reposar unas horas hasta que enfríe bien, luego incorporar el agua de azahar, la tintura de benjuí, la glicerina, los aceites esenciales. Mezclar bien y echarlo en una botella de vidrio color ámbar previamente esterilizada. Tapar bien mantener en la nevera.

Esta receta es buena para una limpieza nocturna y puede usarse con la asiduidad que se requiera.