La autoestima es la percepción que se tiene de uno mismo según su propio criterio. Entran en juego pensamientos, sentimientos y comportamientos; cuando ella se pierde, ganan tendencias a manejarse contra la propia individualidad, con disconformidad y rechazo al modo de ser, los rasgos corporales y el carácter personal. Nada en la forma de pensar, sentir y actuar deja de verse influenciadas por la autoestima; su ausencia o disminución provoca que no se reconozcan los valores de la propia vida, y así se afecta la manera de estar en el mundo y de vincularse con el entorno social.

Cómo mejorarla

Cambiar lo negativo y convertirlo en positivo. Los pensamientos que lastiman y limitan todas las acciones deben ser reconvertidos. No detenerse a considerar que lo que parece mal carece de solución; al contrario, hay que obligarse a concretar los sueños, apuntalar el conocimiento de que el éxito existe y vendrá sin que cunda únicamente la desesperanza.

No adjudicarse solo experiencias negativas. La idea es no generalizar las situaciones desagradables que se han vivido en 2014, aunque algunas fueron por causa ajena o fallas propias, esto no significa que "el desastre" se expanda a todas las áreas vivenciales. Al contrario, es esencial concentrarse en lo positivo. Es necesario observar los valores que pertenecen a cada uno, siempre convive en un individuo lo bueno, lo cual es motivo de orgullo y digno de aprecio y corresponde no olvidárselo jamás a la hora de examinarse.

Concientizarse de los logros. Mejorar la imagen es ser consciente de los logros que se obtuvieron en el 2014, es una excelente manera de intentar el mayor éxito para el 2015. Se torna imprescindible reconocerse apto para ejecutar bien las próximas actividades, asistidas por la voluntad de esforzarse.

Nunca caer en la comparación.

Carece de sentido sentirse inferior a los demás; todos somos diferentes, contamos con cualidades positivas o negativas; la cuestión es no verse peor que los otros. Para ello es esencial la autoconfianza. Es imprescindible confiar en las capacidades y opiniones propias. No preocuparse demasiado por la aprobación de la gente y actuar de acuerdo a lo que uno piensa y siente.

Aceptarse. Todos somos importantes y valiosos. Hay que aceptar las propias cualidades, aptitudes y defectos. Esto ayuda a esforzarse para mejorar. Una alta autoestima lleva a tratar de superar aquello que no produce satisfacción. Sirve saber lo que se quiere cambiar y lo que se pretende conseguir, fijarse metas con ánimo y vigor. Elaborar proyectos de superación. En concreto, un balance de lo acontecido en 2014, debe ser un impulso para renovar deseos y recompensar necesidades. Ayuda muchísimo persuadirse con emociones positivas.

Etapas esenciales

  • Plantearse un fin claro y concreto. Ver con claridad los deseos, con sinceridad, realismo y dividirlo en pasos medibles.
  • Puntualizar las tareas. Una vez determinada una meta el intento de alcanzarla obliga a pensar lo que hay que hacer; es mejor ir efectuando pequeños esfuerzos sin oponer resistencia.
  • Darle un orden a las tareas. Si se procura cumplirlas todas al mismo tiempo no se conquista nada. Es muy interesante trazar un plan de trabajo, adjudicándole un orden a cada actividad y que prime la lógica y una secuencia temporal. Empezar por las acciones más sencillas y que requieran menos denuedo, dejando para el final las más difíciles.
  • Comprometerse con el proyecto y ponerlo en práctica. Evaluar su marcha y estar atento para afianzar cada progreso.