Latinoamérica cuenta con la primera prótesis bioeléctrica creada en la región por científicos de la Argentina; consiste en un brazo biónico y, en un principio, ya 8.000 ciudadanos de este país se encuentran en condiciones de aplicárselo.

Funcionamiento de la prótesis. Se basa en el uso de un sistema que registra las señales eléctricas de los músculos e interactúa con el paciente mediante sensores que se ponen sobre la piel. El portador se desenvuelve por su propia voluntad, desplazando la prótesis de tal manera que la abre y la cierra y transporta objetos.

Se trata de un elemento que reúne las mejores cualidades para competir con elementos importados y sustituirlos.

Exportación. Una empresa llamada "Bioparx", integrada por bioingenieros, ingenieros electrónicos y médicos de la provincia de Entre Ríos, dispuso del apoyo económico del Estado nacional en las últimas etapas del proyecto, cuando se concretaron diversos ensayos de un prototipo.

La excelencia de esta prótesis le permite hoy situarse en los primeros lugares en asuntos tecnológicos en el mundo, su perfeccionamiento la faculta tanto para venderse en la Argentina como en el exterior.

Beneficio para las obras sociales. Los costos están lejos de ser excesivos; por el contrario, las obras sociales del país del sur tienen la posibilidad de adquirir el brazo biónico más barato, en lugar de pagar cifras mucho más elevadas al verse obligadas a importar el producto como lo están haciendo ahora para sus afiliados.

El valor baja un 75 por ciento en relación a un elemento similar del exterior; implica menos de 100.000 pesos en vez de los 400.000 actuales.

El nombre del producto es "myo-ARm". Este, al captar las propulsiones eléctricas provenientes de la fibra muscular, activa su mecanismo y el paciente abre o cierra la mano en consonancia con los impulsos.

Se destaca por acomodar los sensores en la superficie de la piel.

Las personas que pueden utilizarlo son las que han padecido amputaciones de orden traumatológico por accidentes, motivos similares, o bien han nacido sin el miembro. Tras colocárselo, los individuos son capaces de escribir, asir un objeto y conducirlo. Lo retiran cuando quieren, dado que no es un implante; no experimentan ningún rechazo, lo ponen sobre el muñon y de ahí en más el cerebro lo estimula.

Se diseña con modalidad ergonómica y según los rasgos de piel del portador; los sensores superficiales son de tipo seco; se maniobra por batería Li-Pol, autónoma y de alto rendimiento. Bioparx fue premiada en el último Concurso Anual Argentino de Innovaciones, Innovar, en la categoría "Tecnología para la Discapacidad". En esta oportunidad recibió la habilitación para fabricar otros productos médicos, luego de la autorización extendida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).