Cerrando el verano, comenzamos a planificar la próxima estación otoño-invierno, época ideal para lograr una renovación celular óptima, buena oxigenación y estimular la producción de colágeno en la piel. Naturalmente la piel se renueva cada 28 días pero la contaminación, el uso de algunos cosméticos no adecuados, el sudor y la polución ambiental hacen que este proceso se vuelva lento y que los poros se obstruyan acumulando células muertas en su superficie.

El peeling es un procedimiento que elimina capas externas de la piel para mejorar su apariencia y textura.

Proveniente del verbo en ingles "to peel" que significa pelar o quitar capas, es una técnica de exfoliación que consiste en eliminar células muertas mediante la aplicación de una sustancia química o de tecnología. Son mecanismos de renovación celular capaces de quitar manchas de sol, atenuar cicatrices de acné y arrugas finas.

Comienza el mejor período del año para realizarlo, ya que la temporada otoño-invierno es la más adecuada. Con la exfoliación, la piel se renueva más rápidamente y en algunos casos, puede producir más colágeno haciéndola lucir más joven, luminosa y elástica, de manera rápida e indolora.

El tratamiento tiene muchos objetivos; en lo inmediato se observa la dermis más uniforme, las manchas más suaves o ausentes.

Puede mejorar las líneas de expresión, arrugas, cicatrices, acné. Para llegar a ver resultados es fundamental que se realice de manera ininterrumpida. Es un procedimiento ideal para preparar la piel para otras terapias, con el propósito de que reciba mejor los principios activos.

¿Cómo saber cuándo necesitamos un peeling?

Cuando la piel ofrece una apariencia opaca, con manchas y cicatrices; cuando la sentimos áspera al tacto, o muestra signos de fotoenvejecimiento. La superficie de la epidermis recibe y acumula el daño producido por el sol, la sequedad, los radicales libres y las agresiones ambientales.

¿Qué tipo de peeling hay? Existen tres categorías principales: superficial, media y profunda. La intensidad se relaciona con la profundidad de las lesiones, y el tratamiento adecuado lo determina el especialista, según el tipo de piel y los signos que la misma presente.