Probablemente, si concurrís a centros de entrenamiento físico, hayas escuchado hablar de la dieta paleolítica y es posible que te preguntes de qué se trata. La dieta paleolítica es un régimen alimentario muy difundido entre los practicantes de 'Crossfit', aunque no es exclusiva de este sistema de entrenamiento. “¡Come paleo!” es el consejo que puede leerse pintado o pegado en las paredes de algunos 'boxes' (gimnasios de Crossfit).

¿Qué es la dieta paleolítica?



Es un régimen de alimentación que busca imitar la forma en que nuestros ancestros supuestamente se alimentaban antes de que se desarrollaran la ganadería y la agricultura.

Consiste en comer verduras, frutas, frutos secos, carnes rojas, pescado, aceites, huevos, especias, semillas y hierbas. Por el contrario, quien practica este régimen debe abstenerse por completo de azúcar, lácteos, alcohol y de granos procesados, lo que incluye harinas y todo lo que con ellas se elabora.

Beneficios de la dieta paleolítica

Si seguís este régimen alimentario perderás peso, evitarás la hinchazón abdominal y tendrás energía durante todo el día pues se liberará de manera paulatina. Este último es el beneficio más apreciado por los atletas y amantes del deporte. Además, cuando complementás la actividad física con la dieta paleolítica tendrás como resultado una aceleración de tu metabolismo y un mayor porcentaje de ácidos grasos que servirán para quemar la grasa acumulada en tu cuerpo.



¿Es una dieta apta para todos?

No. Jamás deberías comenzar la dieta paleolítica si padecés de insuficiencia renal. No es recomendable que no comiences la dieta por vos mismo sin tener el asesoramiento de un profesional que pueda guiarte, aconsejarte y evaluar constantemente los resultados de tu nuevo estilo de alimentación.

Riesgos

Sobre este aspecto, las opiniones están divididas. Sus difusores niegan que esta dieta produzca daños colaterales en personas sanas, pero no todos piensan lo mismo. Muchos especialistas de la salud se oponen rotundamente a la dieta paleolítica y, por lo tanto, sería bueno que consideres ambos platillos de la balanza antes de tomar tu propia decisión.

Según el doctor Juan Madrid Conesa, endocrinólogo y nutricionista, quien se desempeña como asesor médico de la Asociación Murciana para el Cuidado de la Diabetes, la dieta paleolítica es “hiperproteica, desequilibrada, restrictiva y por tanto perjudicial para la salud”.

También es necesario tener en cuenta el “efecto rebote” de las dietas hiperproteicas, es decir, el acelerado aumento de peso que se produce al poco tiempo de abandonar la dieta. Además, todas las dietas hiperproteicas aumentan el riesgo de gota y osteoporosis debido a los mayores niveles de ácido úrico y a la disminución de la absorción de calcio.

Dificultades

Como cualquier estilo de vida que salga de lo que la sociedad considera normal, quien se alimenta siguiendo la dieta paleolítica tendrá dificultades sociales.

Nada de alcohol, pastas, chocolates, refrescos azucarados, jugos artificiales... Además, requiere aprender nuevamente a cocinar, para elaborar platos que, además de nutritivos sean deliciosos.

Dieta paleovegetariana

Este régimen tiene variaciones aptas para aquellos que se abstienen de la ingesta de carne. Consiste simplemente en reemplazar la proteína animal por proteína vegetal. Alimentos como piñones, almendras, pistachos, nueces, avellanas, algas marinas, ajo, trufas y la mayoría de las semillas, son ideales para hacer el reemplazo. También ayuda la ingesta de huevo.