El sonambulismo es un desorden que padecen muchas personas durante las horas de sueño. Esto sale a la luz para la persona que lo sufre cuando este no recuerda haber realizado actividades, que habitualmente son realizadas durante el día, mientras se encontraba dormido.

Para el sonámbulo es muy difícil darse cuenta y aceptar de que mientras debería estar durmiendo tranquilamente en su cama puede andar caminando por la casa, haciendo y diciendo cosas que luego no recordara.

Hay veces que quienes advierten de este padecimiento son los integrantes de la Familia, que conviven en la misma casa y en las noches lo descubren fuera de la cama realizando tareas que son ajenas al horario nocturno.

Esta situación es algo preocupante para quien sufre de este problema, una vez que toma conocimiento de las diversas situaciones en la que ha sido participe sin tener en ese momento conciencia de lo que estaba haciendo.

Siempre existió entre la sociedad el mito de que si el individuo que sufre este malestar mientras se encuentra deambulando es despertado corre riesgo de morir, hay contradicciones entre los estudiosos de este tema y no hay un consenso que permita poder afirmar si esto puede llegar a ocurrir o no.

Lo que se recomienda en el caso de encontrarse en estas circunstancias es guiar al sonámbulo cuidadosamente hacia su cama, sin que se le grite, sacuda o despierte. Puede ayudar que mientras es llevado hasta su dormitorio se le diga que "vuelva a su cama" o que "ya finalizo la tarea que estaba realizando".

Algo curioso que desconcierta totalmente a quien se cruza en algún momento de la noche con este es que se encuentra con sus ojos bien abiertos mientras deambula por la casa.

La familia del sonámbulo debe tomar la precaución de hacer segura la casa de noche para que este no sufra ningún accidente mientras se encuentre dormido.

El cuidado a tener siempre en esta situación es que durante las noches todas las puertas que salgan afuera de la casa deben encontrarse cerradas y sin las llaves al alcance, como así también quitar de los pasillos todos los objetos que habitualmente no se encuentren allí para evitar que este se tropiece.