¿Son menos perjudiciales los cigarrillos de liar? No, no lo son y ahora veréis por qué es así:

1. No son menos perjudiciales

Algunos Estudios han puesto de manifiesto que las personas que fuman cigarrillos de liar tienen concentraciones más altas de monóxido de carbono (CO) en el aire exhalado -27,9 partes por millón- que las personas que fuman cigarrillos manufacturados -21,48 partes por millón-, a pesar de que consuman menos cigarrillos a lo largo del día (18,5 de media los fumadores de cigarrillos hechos a mano y 27,9 los de cigarrillos manufacturados).

La diferencia puede radicar en las caladas ya que en la de un cigarrillo hecho a mano se quema más papel que cuando se da una calada de un cigarrillo manufacturado.

El CO es un gas tóxico que, una vez absorbido en los pulmones, pasa al aparato circulatorio. Los efectos de la exposición prolongada al CO que padecen las personas que fuman incluyen lesiones en las arterias que contribuyen a aumentar el riesgo de infarto de miocardio, vasculopatías, aneurisma de la aorta y otras Enfermedades cardiovasculares.

Aunque estos cigarros suelen tener menos cantidad de tabaco que los manufacturados, hay pruebas que indican que las personas que los fuman consumen dosis superiores de nicotina, bien porque el tabaco contiene más o porque se hacen caladas más intensas o más frecuentes.

El tabaco de los cigarrillos hechos a mano tiene concentraciones de nicotina que pueden llegar a superar en un 70% las permitidas para los cigarrillos manufacturados, hasta un 85% más de alquitranes y hasta un 84% más monóxido de carbono. También se ha observado que la presencia de aditivos es superior en el tabaco para liar en comparación con la que se puede encontrar en el tabaco que contienen los cigarrillos manufacturados (22% frente a un 10%).

3. No se fuma menos y se sabe lo que se fuma

Los estudios que han comparado los patrones de consumo de ambos tipos de cigarrillos y no han encontrado diferencias significativas en variables importantes como, por ejemplo, el tiempo que pasa desde que una persona se levanta hasta que fuma el primer cigarrillo del día. Se ha observado también que los consumidores de cigarrillos hechos a mano hacen caladas más intensas, más prolongadas y más frecuentes que las personas que fuman cigarrillos manufacturados.

El tabaco para liar no está sujeto a las mismas regulaciones que los cigarrillos manufacturados, por lo que los fabricantes no están obligados a indicar los contenidos de nicotina y alquitranes.

4. Dejar de fumar no es más fácil

Se ha observado que las personas que fuman cigarrillos hechos a mano tienen la percepción de que podrían dejar el tabaco más fácilmente que las personas que fuman cigarrillos manufacturados, pero tienen menos intención de dejar el tabaco y hacen menos intentos.

5. El consumo no es minoritario

De acuerdo con los datos que publica el Comisionado para el Mercado de Tabacos, las ventas de tabaco para liar han aumentado extraordinariamente. Así, mientras que el importe obtenido por las ventas de cigarrillos manufacturados aumentó un 45% entre 2001 y 2014, el correspondiente a tabaco para liar aumentó un 1.510% en el mismo periodo.