Toda película es en esencia una apuesta, una apuesta en la que además no se juegan cantidades pequeñas, sino que siempre representa una jugada arriesgada para aquel que la financia. Las debajo presupuesto suelen serlo porque es lo máximo que puede abarcar su productor sin acabar en la ruina o jugarse la casa, aunque a veces incluso los hay que se juegan incluso su propia casa en el éxito de la obra. Las grandes superproducciones también son de riesgo, pues a pesar de que quienes las realizan son entidades con una capacidad razonable de aguante ante un revés, una cinta con unas ventas muy bajas podría llegar a ser un golpe que las fuerzas de la productora no pudieran soportar.

Un caso de quiebra por culpa de apuestas demasiado arriesgadas fue el de Carolco Pictures, que a mediados de los noventa vio como varios fracasos en taquilla acabaron con el cierre de la productora que dejó "La isla de las cabezas cortadas" como canto de cisne ya póstumo.

No será el caso de las productoras de "Sin City: La mujer por la que mataría", incluso en caso de no resultar rentable es poco probable que las perdidas sean excesivas, sin embargo algunos empiezan a verle las orejas al lobo. Este primer fin de semana la recaudación ha caído hasta los diez millones de dolares desde los quince de los que se hablaba en las previsiones más pesimistas, lo que representa un 33% de descenso respecto a lo que se esperaba.

Desde luego no es un buen comienzo para una película que tal vez ha esperado demasiado y ha tenido que ver como lo que en un principio iba a ser un paseo por las carteleras a recoger los frutos de una franquicia que, seamos francos, se vende casi sola, se convierte en una película que recupere costes.

En parte uno de los problemas que, en mi humilde opinión, está teniendo esta cinta en las carteleras es que ha fiado gran parte de su futuro éxito en el arrastre que la cinta anterior y la propia saga de comics pueda tener en el público.

Las estrellas han sido importantes en la promoción, pero en gran medida se está diciendo al público que vuelva a las salas a ver más aventuras de los "héroes" que vino a ver hace ya una década. Eso no es tan fácil como parece, las sagas han de alimentarse con algo más que reposiciones y esta no ha tenido ese sostén.

El caso más arquetípico es el de "Star Wars".

Pasó más de una década entre "Episodios 6: El retorno del jedi" y "Episodio 1: La amenaza fantasma" y tiene pinta de que ese será el tiempo que pase entre "Episodio 3: La venganza de los sith" y la cinta que prepara J. J. Abrams. Sin embargo cada poco tiempo tenemos novelas, comics y series que nos traen las aventuras del Universo expandido y que siguen manteniendo la afición. El último número de Sin City salió en el siglo XX.

Muchos nos hemos acostumbrado a ver Sin City en la televisión y muy posiblemente sea donde muchos vayamos a verla, sencillamente ya no tenemos ganas de pagar por ella.