Y antes de que alguien pregunte, no, Juego de Tronos nocuenta en esta estadística. Hablo de gente normal y corriente que se desnuda enprogramas sin necesidad de que un guión cinematográfico diga que esa persona sedesnuda. Últimamente se está dando mucho y resulta sorprendente dado que setrata de programas creados en la muy puritana Estados Unidos. Parece que a raízde determinados programas que han surgido en los últimos años y que normalizanque veamos en la pequeña pantalla a determinados actores con muy poca ropaempieza a existir una deriva a incluir una sobreexposición de carne humana antelos ojos de los espectadores.

De un día para otro nos hemos encontrado con determinadosprogramas que nos llevan a pensar que el desnudo está de moda.

Uno de los casos más directos es el de Dating Naked, en elque una serie de personas deciden acudir a una cita completamente desnudasmientras las cámaras graban la cita, para luego intercambiar a las personas yseguir realizando citas con la misma indumentaria. Así de primeras parece eltípico programa de la MTV en el que se coloca a dos (o más) personas en unasituación lo más incómoda posible para tratar de observar sus reacciones lo másviscerales posibles y tratarlas como ratas de laboratorio. Aunque en realidadesa es la base de todos los realities, ahora que lo pienso.

Sin embargo no solo de realities se alimenta la actual modade los desnudos.

Hace no mucho tiempo vimos a Justin Bieber perder casi toda laropa en el escenario y la verdad es que últimamente muchas cantantes empiezan aresultar grotescas en su intento de ser sexualmente explícitas sin mostrar nadaque pueda ganarles la censura de la Televisión o una demanda de los guardianesde la moral, las buenas maneras y la abstinencia visual.

En definitiva, empieza a resultar casi obsceno salir a lacalle vestidos. Cualquier día de estos veremos a chicas por la calle paseandodesnudas porque es lo que está más “in”. Yo no me quejo, pero a mi que no memiren, vivo en una zona del país donde hace mucho frío y no quiero pillar unapulmonía por estar “en la onda”.