Supergirl es un personaje muy querido para los aficionados al cómic. Durante muchos años fue uno de los personajes secundarios femeninos que mejor trato recibió por en el mundo del cómic, posiblemente porque era de los pocos que no podían constituir un interés romántico para el protagonista de la serie en la que aparecía, ya que era sobrina del fallecido Jor-L y por tanto prima de Supermán, serie de cómics en el que aparecía con mayor frecuencia.

En cierto modo era un método de atraer a una nueva audiencia adolescente a un personaje que, con el paso de los años, empezó a verse desgastado por su práctica omnipotencia.

Supermán tenía sus flaquezas, pero en general su única debilidad durante mucho tiempo fue la Kriptonita, lo que no ayudaba en lo más mínimo a que los riesgos por los que pasaba tuvieran el más mínimo ápice de tensión. Sencillamente el propio poder del personaje estaba llevando a que sus historias estuvieran alejadas del estándar heroico de superación de las dificultades, pues estas eran inferiores al propio personaje.

Los años sesenta fueron una época dorada para la Hija de Krypton, la novedad le dio una popularidad que sus historias agradecían y logró en un periodo relativamente corto de tiempo una audiencia fiel que seguía sus aventuras. Los años hicieron que el personaje sufriera del mismo problema que Supermán, sus historias comenzaron a flaquear por falta de retos que realmente atrajeran a un público que empezaba a comprar sus publicaciones más por los dibujos que por las historias.

Al igual que Supermán, la llegada de nuevos guionistas y determinados arcos salvaron al personaje y le devolvieron a un Olimpo del que ya no se bajaría. En cierto modo generaron el mismo efecto que el trabajo de Moore en "Swamp Thing" o Miller en "Daredevil".

Ahora ha llegado la hora de recuperar a la Hija de Krypton para una serie basada en su figura. Parece estar prácticamente confirmado que existirá esta serie y que en un tiempo razonable la tendremos en nuestras pantallas. Esperemos que se confirme.