A un día del estreno en Argentina, los fans que crecieron durante la década de los 90 y que soñaron ser paleontólogos seguramente fue por Jurassic Park, considerada por muchos una de las mejores películas de la historia, aguardan por la cuarta entrega de la saga que promete volver a las raíces de la primera parte. Jurassic World amenaza con ser la película más vista hasta ahora, aún por sobre "Avengers: Age of Ultron"

El filme, basada en la  novela de Michael Chrichton de 1990 y llevada al Cine por Steven Spielberg en 1993, hizo realidad el sueño de muchos de ver a los gigantes de antaño en la pantalla con un realismo jamás visto que revolucionó el mundo de los efectos especiales. 

¿Pero qué puede llamar la atención más aún en que las animaciones están a la orden del día?

Si bien la primera entrega de la saga - y para muchos el único amor de la franquicia- fue precursora y vanguardista en cuanto a efectos especiales, la trama de la película radica en el dilema ético que plantea "encontrarse con un descubrimiento científico y no actuar" como lo establece el magnate John Hammond en el genial filme de 1993 ante una mesa llena de científicos que le advierten que la naturaleza no se puede controlar. 

La omnipotencia del hombre al sentirse Dios de recrear una especie extinta se ve golpeada cuando la teoría del caos, que tan bien explica el Dr. Ian Malcom, interpretado por Jeff Goldblum, se vuelve tangible cuando la misma naturaleza se desborda por el más mínimo error del hombre. 

Universal Studios vuelve a repetir la fórmula sin necesariamente hacer un reboot, como últimamente es tendencia en el mundo de las series y el cine.

En pleno siglo XXI logran tomar control de esa naturaleza desbordada y vuelven a "empacarlo en una caja de almuerzo para venderlo" como establece el entrañable doctor Malcom.

La posibilidad de que realmente pueda existir un parque temático con dinosaurios vivos que vuelven con avanzadas técnicas de clonación, es el sueño de muchos que crecieron admirando estos monstruos gigantescos de antaño y que alguna vez soñaron con ser paleontólogos.

Y más allá del peligro inminente que pueda o no llegar a existir de darse este parque de fantasía, la realidad es que la idea de "Jurassic Park" deslumbra a cualquiera. No todo son huidas de dinosaurios en una isla abandonada, como ya probaron las antecesoras a Jurassic World. 

A diferencia de 1993 en la que la prueba piloto falló trágicamente, aquí el parque logra superar las pruebas de seguridad impuestas y se vuelve a abrir como nunca nadie imaginó ni soñó jamás, antes de que se destruya como un castillo de naipes una vez más.

Cómo esa ilusión de Petticot Lane, donde el precursor John Hammond realizó aquel circo de pulgas. 

Para fomentar la ilusión y alcanzar la fórumula del éxito, Universal trabajó arduamente en una gran campaña de marketing digna de un elogio, promocionando a Jurassic World como una atracción casi real por medio de juegos para smatphones y tablets, con una página web oficial innovadora y novedosa y con los habituales trailers que hizo que muchos contaran los días faltantes para el estreno de la película, o la re apertura del parque. Inclusive no reveló ninguna imagen de su "Nueva especie híbrida" creada por los científicos del lugar que aparenta con romper todo, literalmente. 

El parque abrió sus puertas. Pasen, vean y dejen que el "Tío Steven" Spileberg los sorprenda de nuevo. Ah... y si algo los persigue...¡corran!