El estreno de Sin hijos, la película nacional dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Diego Peretti, obtuvo en tres semanas más de 300.000 espectadores y ascendió del cuarto al segundo puesto en la taquilla, según datos difundidos por "Otroscines"

El secreto del éxito, además del boca a boca, parece estar en la prolijidad de un libreto para toda la familia y en que apunta a hacer sonreír a todos.

Definida como comedia, el largometraje atrajo a un público variado: grandes, chicos y hasta adolescentes estallaron de risa con los diferentes personajes que retrata.

Así, Sin hijos se perfila como la comedia local en lo que va del primer semestre.

Se trata nada más -y nada menos- que de un guión bien logrado. ¿Por qué? Estamos ante una película que con muy poco llegó a mucho. Los escenarios elegidos son lugares como una oficina pública, una muestra de arte, una fiesta, la calle, un departamento o un hotel. La clave entonces parece estar en la historia y en las interpretaciones.

Salida exprés. En el film en cuestión, incluso la producción fue rápida. Contó su director al diario La Voz del Interior que la preproducción se inició en diciembre de 2014 y la película estuvo completamente lista una semana antes de su estreno, que fue en mayo de 2015. Con una idea original, buenos actores y el ritmo adecuado, se consiguió un resultado brillante: un film simpático que no decepciona.

El ex "simulador" Peretti se halla cómodo en el personaje de Gabriel, portador de una melancolía que, llevada al ridículo, produce el humor buscado -y alcanzado. El buen hombre vive para su trabajo y para su hija de 8 años hasta que conoce a Vicky, la española Maribel Verdú en un personaje de mujer atractiva, sensual, pero… que detesta a los niños y es parte de un movimiento social denominado "No kids".

La película transcurre entonces entre las incomodidades que pasa Gabriel para ver a sus dos amores: Vicky jamás deberá enterarse de que él tiene una hija, y Sofía (la pequeña ya no tan pequeña) no deberá saber que ahora comparte el amor de su papá…

¿Con o sin hijos? Si bien la calificación del film es apta para todo público, en algún momento se puede generar una situación incómoda para los menores, dependiendo de su edad. Pero si los mayores escogen ir al Cine sin niños, sin duda lo pasarán genial y habrán hecho una elección en honor a Vicky y a su movimiento de adultos independientes.