La ex modelo Jimena Cyrulnik es tapa de la revista Playboy de noviembre, próxima a cumplir 41 años la rubia se ve espléndida en el interior de la revista del conejito. Cuando le llegó la propuesta de hacer la producción fotográfica, la primera reacción fue rechazarla. Argumentaba que está casada, tiene dos hijos y ahora trabaja de panelista, afirmando que dejó de ser una 'chica sexy' hace bastante tiempo, porque eligió otro camino. Cyrulnik no se sentía segura porque redujo su busto, pero finalmente aceptó la propuesta.

La mediática puso dos condiciones: hacer la producción con su marido porque es fotográfo y no realizar desnudos frontales.

Las condiciones fueron cumplidas y la sesión fotográfica resultó impecable. Los ejecutivos de la famosa revista la convocaron para generar un efecto sorpresa, ya que nadie esperaba una portada de Cyrulnik. La rubia se mantiene alejada de los escándalos desde hace varios años, ya que estar expuesta en los medios de comunicación no le hizo bien a su salud física ni emocional.

En los '90' ella era la chica de moda que todas las marcas querían tener, para mantener su figura la mediática dejó de comer y sufrió anorexia. Llegó a consumir drogas, cuando tocó fondo la panelista inició una búsqueda espiritual. Cyrulnik nació en una familia judía pero ella sentía que esa religión no le daba las respuestas que necesitaba.

Entonces decidió convertirse al catolicismo, se rapó su cabellera y se alejó de los medios. Luego se dedicó a alertar a los jóvenes sobre los peligros de la fama y las drogas.

En 2013 volvió como panelista en 'Desayuno Americano' y también el programa 'Ponele la firma', ambos por el canal América. El hecho de casarse y tener hijos la ayudó a madurar y alejarse de los escándalos para siempre.

Cyrulnik no quiere que sus hijos conozcan las drogas como le pasó a ella. Con ese objetivo ahora elige una vida sana y de bajo perfil que le garantice a su familia una vida armoniosa, algo que ella nunca tuvo porque se llevaba mal con sus padres.