George Clooney (56) se convirtió en padre. Los mellizos Ella y Alexander nacieron ayer martes 6 de junio en Londres, Inglaterra. La madre de los niños, Amal Clooney (39), se encuentra feliz y saludable, al igual que los bebés. El actor estadounidense y la abogada libanesa se sienten honrados de haber formado la familia que tanto soñaron. Lo que aún no se sabe es si los nenes serán educados en Gran Bretaña o Estados Unidos. También es una incógnita si la madre de los mellizos volverá pronto a trabajar, aunque no lo necesite porque su marido es multimillonario.

La abogada es una talentosa profesional, que quiere seguir trabajando por los derechos humanos.

Fertilidad

El caso del actor y su esposa es bastante particular porque ambos tenían problemas de fertilidad, pero gracias al costoso tratamiento que ambos se sometieron, pudieron convertirse en padres. Clooney estuvo casado de joven con la actriz Talia Balsam, duranron cuatro años y no tuvieron descendencia. Amal, por su parte, era soltera y sin hijos. El intérprete era famoso por rechazar el matrimonio, pero un día conoció a su actual mujer y cambió de opinión para siempre. Clooney piensa colaborar con gusto en la educación de sus hijos, sin relegar todo en su esposa o en el personal doméstico, como ocurría en otros tiempos.

Futuro

De ahora en más la prioridad de Clooney serán sus hijos, aunque por supuesto también seguirá siendo actor, director y productor en Hollywood. Su esposa tiene muchos compromisos laborales como abogada internacional y docente universitaria. Ella no piensa abandonar su profesión e intentará balancear su vida personal con su vida laboral.

Además ella continuará con su bajo perfil mediático porque reconoce que el 'famoso' de la pareja es el marido y no ella. Muchos medios de comunicación insistieron en entrevistarla, pero ella sólo dio una entrevista televisiva donde sólo habló de su trabajo.

A Clooney le gusta que a su esposa no le interese la fama, ya que estaba acostumbrado a salir con mujeres que se aprovechaban de su celebridad.

Amal es muy distinta a las demás mujeres que pasaron por la vida de su marido y por eso se casó con ella. La abogada se limita a acompañar a su esposo en distintos eventos, dejando que todos los focos se posen en él, ya que ella no quiere ningún tipo de atención mediática. Las pocas veces que ella se dirige a los medios es para hablar de alguna causa social que incumbe a millones.