Transcurría el tan crucial 1810, cuando algunos de los miembros más representativos del primer Gobierno patrio argentino (Primera Junta), resolvieron dar vida al primer medio de comunicación gráfico del país: La Gazeta de Buenos Aires. Bajo lemas tan visionarios como nobles para los tiempos que acontecían en tierras argentinas, La Gazeta edificó su filosofía periodística sobre dos pilares fundamentales:

"Tiempos de rara felicidad son aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo" y "el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes"

Ambos lemas reflejaban el entusiasmo de una Junta que vislumbraba un futuro de libertad, y por otro lado, una ferviente intención gubernamental de hacer "buena letra política" desde el mismo comienzo de esta convivencia vital entre los representantes políticos y su pueblo.

La Gazeta tuvo este difícil desafío desde su mismo nacimiento, aquel 2 de junio de 1810, aunque empezó a cumplir con el crucial propósito el 7 de ese mismo mes, día en que vio la luz su primer número.

La brillantez de sus plumas estuvo a cargo de Mariano Moreno, como redactor principal, mientras que las colaboraciones de Manuel Belgrano, Juan José Castelli y del sacerdote Manuel Alberti, no hicieron más que acrecentar el impacto del nuevo diario en su complejo rol de formar la opinión de una sociedad Argentina eufórica, pero con el molesto escepticismo de la juventud.

El nuevo medio de Moreno centró su línea editorial en una atractiva combinación de información netamente oficial (resoluciones políticas, decretos, documentos oficiales), y noticias de relativa actualidad, tanto nacional como internacional.

Si bien la consolidación "natural" del nuevo diario como referente comunicacional de la sociedad fue masiva e indiscutible, sus mentores determinaron con obligatoriedad, que sus contenidos debían transmitirse por los curas al culminar las misas que oficiaban.

Ciento veintiocho años después de su lanzamiento, en 1938, el Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, resolvió decretar el 7 de junio como "Día del Periodista", por supuesto, siempre inspirados en la ya extinta pero histórica Gazeta de Buenos Aires.