La interacción social es el proceso mediante el cual actuamos y reaccionamos ante lo que nos rodea. Muchos aspectos aparentemente triviales de nuestro comportamiento cotidiano, una vez analizados, revelan complejos e importantes aspectos de la interacción social. Mirar fijamente puede ser un ejemplo. En la mayor parte de las interacciones el contacto visual es bastante fugaz. Mirar fijamente a otra persona podría interpretarse como signo de hostilidad o, en ciertas ocasiones, de amor. El estudio de la interacción social es un área fundamental de la sociología que esclarece muchos aspectos de la vida social.

La cara humana refleja varias expresiones diferentes. En general está aceptado que los aspectos básicos de la expresión facial de las emociones son innatos. Los estudios comparativos demuestran que se dan bastantes similitudes entre los miembros de culturas diferentes respecto a la expresión facial y la interpretación de las emociones que se reflejan en el rostro humano. En un sentido más amplio, el término "cara" también puede referirse a la estima que los demás sienten por un individuo. Generalmente, en la interacción con los demás nos preocupa "guardar las apariencias" ("salvar la cara", en inglés), es decir, proteger nuestra autoestima.

Al estudio del habla y de la conversación ordinaria se le ha dado llamar etnometodología, un término acuñado por Harold Garfinkel.

La etnometodología es el estudio de las maneras que tenemos de interpretar activamente -aunque normalmente dándolo por supuesto- lo que los demás quieren expresar con lo que dicen o hacen.

Podemos aprender mucho sobre la naturaleza del habla a través de los "gritos de respuesta" (exclamaciones) y por el estudio del lapsus linguae (lo que ocurre cuando la gente pronuncia mal o emplea de forma incorrecta palabras y frases).

Este tipo de error suele ser cómico y, en realidad, está estrechamente relacionado con el ingenio y la broma.

La interacción no focalizada es la conciencia que los individuos tienen de la presencia de otra persona en grandes aglomeraciones, cuando no llegan a entablar una conversación. La interacción focalizada, que puede dividirse en diferentes encuentros o episodios de interacción, tiene lugar cuando dos o más individuos atienden directamente a lo que el otro o los otros dicen o hacen.

Con frecuencia, la interacción social se puede estudiar de un modo revelador aplicando el modelo dramatúrgico, es decir analizando la interacción social como si los que participan en ella fueran actores en un escenario, con sus decorados y su utilería. Como en el teatro, en los distintos contextos de la vida social suelen existir distinciones claras entre las regiones delanteras (el propio escenario) y las traseras, donde los actores se preparan para la representación y donde se relajan después.

Los roles sociales son las expectativas, definidas socialmente, que tiene un individuo que ocupa una determinada posición o situación social.

Toda interacción social está localizada en el tiempo y en el espacio.

Podemos analizar cómo nuestra vida cotidiana está "zonificada" en el tiempo y en el espacio, fijándonos a la vez en de qué manera tienen lugar las actividades durante períodos concretos que, a la vez, suponen movimientos espaciales.

El estudio de la interacción cara a cara se suele denominar microsociología y ésta contrasta con la macrosociología, que estudia los grupos numerosos, instituciones y sistemas sociales. Los análisis a pequeña y a gran escala están en realidad muy relacionados y se complementan.