Si bien todos los procesos relacionados con la búsqueda de un empleo son importantes, el momento de la entrevista es primordial y, a mi parecer, es el momento clave. Todo se define allí, para un lado o para el otro.

La idea de esta nota es destacar las cosas que podrían ayudarnos a conseguir el trabajo y también, las que nos alejan de nuestro objetivo.

Parece obvio, pero aún así, hay muchas personas no lo tienen en cuenta.Por ejemplo, lo primero es ser puntual, llegar a tiempo, ideal unos 10 minutos antes. Esto nos dará tiempo para tranquilizarnos y revisar algunas cosas, como apagar el teléfono.

La idea no es llegar corriendo, ni mucho menos, entrar a la Entrevista agitado o nervioso.

Una vez es en entrevista, hay que establecer un contacto visual con la persona. Saludar de manera cordial y prestar atención a la confianza que el otro establece con nosotros. Es importante ser lo más natural posible, aunque los nervios nos juegan en contra. Nunca está de más agradecer la oportunidad de estar ahí y mostrarse seguro. Una vez dado todo esto, debemos dejar que el entrevistador “rompa el hielo”.

Las preguntas del entrevistador

Pueden ser muchas y variadas. Desde la experiencia en otros Trabajo, las fortalezas, cualidades, etc. Los importante es conocer bien el curriculum y no mentir. Muchas veces las referencias pueden sacar a la luz la mentira, sobretodo cuando no coinciden los motivos por los cuáles nos fuimos de la empresa anterior.

¿Qué hacer cuando estamos recién egresados y tenemos poca experiencia?

La idea es destacar lo más posible los pocos puntos positivos que tengamos. Por ejemplo, las prácticas realizadas o si participaste como ayudante de cátedra en la universidad, también puede servir, incluso si eras el capitán de algún equipo universitario, puede ayudar a demostrar tu esfuerzo y compromiso.

Ten presente que éstas y otras más, son competencias que cualquiera busca en un trabajo.

¿Qué pasa cuando nos preguntan por el sueldo que queremos ganar?

Parece difícil ponerse un precio, pero la ecuación es muy sencilla. Consiste en evaluar la productividad, esto se relaciona los años de experiencia y una ecuación que va generando el mercado y va fijando precios.

No está mal preguntar antes a tu entorno, principalmente colegas o compañeros de la universidad, sobre el sueldo que se está ganando por ese empleo. La idea es buscar un buen número que no te descarte del proceso, es decir, ni muy alto, ni muy bajo. Por eso el preguntar y asesorarse antes es importante y puede servir de gran ayuda.

Lo que no hay que hacer en una entrevista de trabajo

Muchas de ellas las fui nombrando en el desarrollo de la nota. Sin embargo faltan algunos puntos importantes. Por ejemplo, no ir acompañado. Parece obvio, pero muchas personas suelen hacerlo. Esto da una imágenes de ser poco independiente y tener poca iniciativa.

Otra cosa importante es no demostrar desgano, desprecio o pesimismo, aunque el trabajo no sea lo que estás buscando o algo no te haya gustado.

Lo importante es que esa persona se quede con una imagen positiva de nosotros, ya que no conocemos las vueltas de la vida.

Vestuario

Debe ser adecuado al entorno del trabajo al que estás postulando. Si bien los ambientes de trabajo puede ser diferentes, en líneas generales debemos pensar en algo neutro y sobrio, en vez de algo sobrecargado. La idea es no enviar señales equivocadas.

Por último me gustaría agregar, que hecho de no conseguir un trabajo no debe relacionarse con algo negativo. Ya que muchas veces “cuando se cierra una puerta se abre una ventana”.