Luego de la mega movilización de las principales gremiales sindicales en el monumento al trabajador, que contó con una participación de 300, 000 personas, según las mismas CGT, el presidente, Mauricio Macri, tendría un complejo escenario si los diputados ratifican la sanción de los senadores ala ley antidespidos, luego de asegurar que si la normativa tiene la aprobación del Congreso, él la vetaría.

En ese virtual caso, dirigentes como Pablo Micheli y Hugo Yasky, amenazaron con tomar todas las medidas de presión necesarias y no dudaron en afirmar que la marcha organizada ayer, quedaría pequeña en comparación al paro nacional que orquestarían.

Lo cierto es que el actual gobernante pese a ser aplaudido por algunos analistas por la liberación del cepo y por la visita del presidente, Barack Obama, atraviesa una situación complicada en cuanto a su aceptación por la clase trabajadora, que se ha visto afectada principalmente con los aumentos a los servicios públicos, la inflación y los despidos. Percepción reflejada por el Grupo de Opinión Pública, que en su último estudio determino que la imagen del jefe de Gobierno cayó diez puntos durante los primeros cuatro meses de su gestión, y en caso de generar un conflicto con los sindicalistas, esta podría caer aún más.