Google no para y también utiliza sus recursos para entrar en los más variados campos tecnológicos, uno de ellos la automoción, donde ha presentado el resultado final del prototipo, ligeramente distinto al presentado el pasado mayo.
El desarrollo de este coche cuenta con muchos adelantos tecnológicos, el principal es que no necesita conductor y circula de manera autónoma. Con respecto al de mayo, cuenta con faros y también volante y pedales para ser respetuoso con la legislación y por si alguno de sus ocupantes quisiera conducirlo en un momento dado.
Uno de los siguientes pasos será la prueba en las calles del vehículo, donde las pertenecientes al estado californiano serán las protagonistas de los primeros kilómetros de este coche. Se seguirá estudiando y probando el vehículo, para el que no hay fecha de su puesta en el mercado, aunque todo apunta a que pasarán varios años para que pueda ser viable su comercialización.
Aunque este prototipo quizás sea el resultado más espectacular, Google sigue muy presente en la investigación del mercado automovilístico. La empresa trabaja en "Android auto", una adaptación de su sistema operativo móvil que competirá a buen seguro con el de Apple "Play car". Han llegado informaciones de una fecha aproximada de inicio de su comercialización que será factible en 2015 y podrá controlar el smartphone con la voz y una pantalla táctil instalada en los coches.
De esta forma los usuarios podrán mandar mensajes, recepción de llamadas o seleccionar la música de su dispositivo móvil sin apartar las manos del volante.
Esta aplicación incidirá en la seguridad de los conductores, ya que los descuidos al volante son causa de numerosos accidentes al despistarse el conductor cuando recibe un SMS o una llamada.
La tecnología ayudará al usuario a paliar los efectos colaterales que ha tenido estos años y esperemos que su uso se extienda rápidamente por los vehículos de todo el mundo. Aún así siempre plena atención al volante, ya que hasta que no lleguen los vehículos autónomos a producirse en serie el que manda sigue siendo el conductor.
