El siglo XXI es también llamado el de la era de la información y la tecnología de punta, un siglo que empieza pero que dentro de sus precedentes se pueden encontrar tanto avances y retrocesos, pero en el área tecnológica y científica ha mostrado una evolución cada vez más vertiginosa.

Aviones no tripulados o también llamados drones, robots independientes como el de la industria Honda llamado Asimo, un nombre que recuerda como un guiño al escritor de ciencia ficción Isaac Asimov -que estableció las tres leyes de la robótica en su obra narrativa como una especie de código de ética para los robots, y que posteriormente serían la base para una adaptación fílmica futurista llamada I, Robot (Yo, Robot), en la que se confronta el conflicto de cómo los robots pueden llegar a adquirir una inteligencia artificial tal que los lleva a una revolución contra los seres humanos transgrediendo las leyes de robótica.

En esta línea investigadores de las universidades de Liverpool, Sheffield y Bristol trabajan en conjunto en un proyecto, de tal suerte que los robots puedan llevar a cabo de una manera segura tareas que implican decisiones de conducta, legalidad y ética como lo pueden llegar a hacer los humanos es que investigadores británicos trabajan en el desarrollo de un proyecto multimillonario (1.4 millones de libras esterlinas o su equivalente a más de dos millones de dólares) que "verifica técnicas para responder a preguntas de seguridad, ética, legalidad y confiabilidad en sistemas autónomos", señaló Michael Fisher, jefe del proyecto de la Universidad de Liverpool.

Esta investigación dará como resultado la aplicación de la tecnología robótica en, por ejemplo, la industria automotriz, donde, de acuerdo con Sandor Veres, de la Universidad de Sheffield, un automóvil autónomo debe ser capaz de prevenir accidentes de tránsito, para esto, tendrían la facultad de calcular rápidamente una colisión para poder tomar una decisión aceptable y de esta manera mejorar la seguridad tanto de los peatones como de los pasajeros.

Asimismo, en el Departamento de Robótica de la Universidad de Bristol se trabaja el aspecto ético para que en un futuro los robots puedan tomar decisiones basadas en la ética, la ley y la seguridad que permitirían crear sistemas autónomos.

Lo que en principio se pensaba que era solo una teoría extraída de novelas o cuentos de ciencia ficción ahora se está viviendo gracias a la visión futurista de inventores, investigadores y científicos que desarrollan proyectos de esta naturaleza en los departamentos de robótica de recintos universitarios.