La tecnología de la marca Tesla está a la vanguardia del automóvil eléctrico, es un hecho. El principal problema es que los modelos existentes en la actualidad son de gama alta y aunque medio mundo aplaude sus prestaciones y calidad sin discusión, el objetivo por parte de la marca es ir haciéndola más asequible para el púbico. 

Muchos hablan de que el principal objetivo por parte de Elon Musk (CEO de la compañía) son las baterías como hace días nos demostró su batería para los hogares, pero el tener una marca prestigiosa y que cada vez abarque más segmentos de población no es nada desdeñable. 

El tamaño del nuevo modelo III se situaría entre un mercedes clase C y un clase E para hacerse una idea.

El modelo "S" tiene unas dimensiones que rondan los 5 metros y lógicamente no son las más deseables con vistas a llegar a un público más amplio. La autonomía no sería tan alta como en otros modelos de la marca pero alcanzaría los 320 kilómetros, una cifra estimable cara a su uso en el día a día.

¿Su coste? Se estima que puede salir al mercado norteamericano por unos 30.000 dólares y no sería descabellado que en otras partes del globo pueda tener un coste similar. Una cifra más asequible para las economías donde quiera venderse la marca.

Las cifras de venta de la marca en este año 2015 se estiman en 35.000 vehículos que a partir de 2017 con el nuevo coche podrían llegar incluso a las 100.000 unidades.

El nuevo modelo se situaría en un coste y unas dimensiones de menos de la mitad que el actual por lo que el público aumentaría exponencialmente.

Otro tema sería la ampliación en los países donde la marca tiene servicio oficial y que veremos como se soluciona, aún con estos inconvenientes parece que la marca estadounidense tiene un futuro bastante prometedor, tanto en su línea de baterías y otras aplicaciones amén de su marca automovilística que está ejerciendo la labor de embajadora de lujo para una marca que tiene todas las papeletas para seguir creciendo en los últimos años.