La tendencia en el mercado mundial de Smartphones reúne siempre a dos o tres dispositivos de gama alta para discutir el podio. En este 2015 algunos fabricantes no dieron el salto de calidad que se esperaba, como es el caso de HTC con su M9, Sony con su Z3+, versión extendida de su predecesor que se comercializa solo en algunos sectores del continente asiático o incluso Motorola con las variantes del Moto X. La innovación de este capítulo recae en los máximos exponentes tanto de Samsung como LG, con los modelos S6 Edge y G4 respectivamente.

La gama alta empieza a perder ideas.

Ya no llama la atención que aumente el tamaño de la pantalla, peor aún para Samsung que tiene bien segmentada esa tendencia con la gama Note. Debido a esa carencia de imaginación se comienza a modificar todo lo referido al estilo personal de cada marca. El diseño juega un papel fundamental en este 2015, LG opta por una leve curvatura que lejos está de parecerse al G Flex de segunda generación, mientras que Samsung opta por bordes curvos que según cuentan por ahí agrega alguna que otra funcionalidad. Aunque son ribetes menores, cosas que a la práctica no serán determinantes. Aunque cierto es que el público consume por tendencia, y si esa tendencia se rivaliza por una cuestión estética aquellos pequeños detalles dejarán de estar en segundo plano.

Después de todo, cambiar el celular resulta una muestra más de la moda tecnológica impuesta.

Sería apropiado realizar una comparativa entre ambos terminales, al menos para justificar el título. Por un lado el G4 presume una excelentepantalla con biseles relativamente pequeños, la curvatura en la parte trasera que se mencionó en párrafos anteriores, ranura para tarjeta microSD y una cámara de 16 megapíxeles que promete ser la mejor del mercado.

Aunque el factor que determina la compra o no de este terminal es la autonomía. Con una pantalla de 5,5 pulgadas con la máxima resolución en smartphones es un pecado absoluto incluir una batería de 3.000 mah. Para los amantes del multimedia probablemente el G4 sea la mejor apuesta del mercado, aunque tal idea se viene abajo si no llegamos al final del día utilizándolo con uso moderado.

En tanto Samsung continúa en la misma tónica. Pantalla Super Amoled de 5.1 pulgadas, cámara de 16 megapíxeles, sensor de huellas y demás. Lo nuevo sería el diseño curvo de los bordes que le asigna cierta funcionalidad única que solo se logrará con este dispositivo.Cabe destacar que la capa de personalización (Touchwiz), viene más limpia en esta ocasión. Al parecer Samsung supo soslayar su tenacidad brindando un sistema más fluido luego de tantos reclamos de los usuarios. También es importante mencionar que a diferencia del G4, no tiene expansión por Micro SD como tampoco puede extraer su batería. Como respuesta a esta falta, Samsung ofrece 32, 64 o 128 GB de almacenamiento y una batería que brinda una autonomía al menos más decente que su rival.

Como conclusión primero hay que comprender que si bien hay un salto con respecto a la generación anterior, los usuarios deberán valorar si ese pequeño paso adelante se justifica como para cotizar elgasto adicional. En segundo término hay que aclarar que tanto en pantallas, cámara y diseño probablemente no se pueda encontrar algo mejor, al menos por el momento. Ambos tienen errores, ambos tienen virtudes. Quedará en la elección de cada usuario considerar cual de los dos reúne las aptitudes indicadas para hacer una buena compra.