Cuando te vas de tu país es cuando comenzás a valorarlo realmente. Es difícil tomar la decisión de irse a vivir a otro Estado y ni hablar cuando se trata de uno al cual no conocemos en persona. Depende de cada persona cuanto tiempo se toma para determinar que efectivamente se va a lanzar a lo desconocido. Algunos suelen ser impulsivos y otros han pensado en la idea durante años. Pero hay algo en que coinciden todas las personas a las que he entrevistado. No hay duda de que la mayoría de las personas que están viviendo en un país distinto al de su origen coinciden en que hay muchas experiencias que no pudieron vivenciar en su propio país, sobre todo, les quedan muchos kilómetros sin explorar.

¿Y esto por qué pasa? La rutina.

Los viajeros que buscan oportunidades en otros países no se dan el tiempo para conocer en profundidad el suyo. Generalmente suelen pensar siempre en el lugar al que le gustaría irse de vacaciones o dónde pueden vivir mejor, lo que implica que no curioseen, ni se dejen sorprender por las costumbres que florecen en sus propias ciudades vecinas. En cambio, cuando suelen alejarse, despiertan su atención y su “hambre” de conocer.

En la entrevista que le hice a Alessandro Dávine, un argentino que hace cinco meses se fue a vivir a Italia, el explica “el camino para llegar hasta donde estoy ahora fue tan rápido y tan intenso que cuando finalmente llegué, pensé en muchas otras cosas que podría haber hecho antes de abandonar mi país.

Así de impulsivo fue, rápido y prácticamente instantáneo”. A esto yo le pregunté qué le hubiese gustado hacer antes de partir y me respondió “haber pasado más tiempo con mis amigos, ir a lugares a donde no había ido, conocer más de la cultura. Hay cosas que si bien sabía que existían en Argentina, no fui a verlo o a experimentarlo, como las montañas de Los Andes o ir a conciertos de artistas argentinos.

Hay momentos en los que te das cuenta lo poco que sabes de tu tierra cuando estás afuera y también lo poco que valoras esos detalles que la hacen buena hasta que no lo ves”.

En conclusión, si tenes pensado viajar y vivir nuevas experiencias en otras partes del mundo, empezá hoy a conocer tu tierra. Prestá atención a cada paisaje, construcción y persona como si fueras turista y disfruta de cada momento como si estuvieras de vacaciones.

Además, así después cuando le hables de tu país a un extranjero, tus palabras van a valer más que cualquier otras.

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