El vestido negro es una prenda imprescindible en el guardarropa de cualquier mujer, te queda bien, te saca de apuro, el color estiliza, ¿qué más podemos pedir? Es una pieza elegante y funcional que se adapta a todas las situaciones. ¿Por qué siempre tenemos o queremos tener un vestido negro? Será porque engloba un concepto tan atractivo que lo han usado generaciones de mujeres o porque es un símbolo de glamour. Es infaltable, es la prenda por excelencia ¿Quién se atrevería a negarlo?
¿Qué esperamos de un vestido negro? Que sea lo suficientemente simple como para lucir natural y que a la vez sea elegante.
Otro de sus atributos es que combina con todo y afina la silueta, dándole una linda forma a la figura. Es muy versátil ya que lo podés utilizar para ir a trabajar, salir a la noche, ir a una fiesta, todo depende de cómo lo combines. A veces lo elegimos seductor, osado, recatado, simple, elegante o informal y estoy segura que tiene que ver con nuestro estado de ánimo según la ocasión.
El vestido negro sugiere una distinción que trasciende la moda, la mujer que lo lleva se siente elegante, más delgada, estilizada, con más brillo al vestirlo. Coco Chanel fue la creadora de esta prenda tan venerada y sinónimo de la elegancia parisina.
A la hora de elegir tu vestido negro tenés que tener en cuenta tus formas y el estilo que más te gusta, agregarle algún detalle o accesorio lo hará muy personal y diferente.
Es preferible buscar cortes sencillos que puedas combinar con todo, el corte imperio o princesa son muy recomendables, las telas lisas y simples te van a permitir jugar con los accesorios.
Como siempre vamos a dar una mirada a nuestro cuerpo y si tenemos caderas anchas, en ese caso recomiendo elegír un vestido que pueda equilibrarlas siendo más trabajado en la parte superior con más volumen en esta zona.
Brillo, drapeados, mangas anchas o sumarle una camisa blanca debajo que logren darle balance, etc. Si la parte superior de tu cuerpo es más ancha, ya sea por tus hombros o busto prominente, optá por diseños lisos en la parte superior, evitando brillos y volados en esta zona, buscando resaltar las caderas con un modelo con tablas, volados o bolsillos.
Si tu cuerpo es con curvas, tu vestido ideal es el más clásico, con corte en la cintura y un escote amplio.
En cuanto a los accesorios, la clave es no sobrecargar con ellos el vestido negro, un collar, un par de pendientes, una pulsera que le de un toque particular al vestido pero que no lo opaque. También puede admitir una variedad de prendas y colores, una camisa o polera debajo, medias con dibujos que le dan un estilo muy personal. Calzado dependiendo la estación del año todos están permitidos, plataformas, botas, botinetas…
Hay miles de versiones de vestidos negros, modelos diferentes, telas y texturas para que puedas elegir el que más te favorezca. Siempre tratá de tener en cuenta las telas ya que muchas son adaptables a las cuatro estaciones del año y solo vas a tener que cambiar los accesorios.
Si aún no tenes un vestido negro que te siente bien adquirí uno que seguramente te va a sacar del apuro en cualquier momento, los estilos clásicos nunca pasan de Moda y a la hora de invertir son los que más recomiendo.