Nick Gordon, novio de Bobbi Kristina Brown, ha sido internado en una clínica de rehabilitación ya que la profunda depresión que tiene lo ha llevado a amenazar con quitarse la vida. Hasta este momento no se sabe dónde está internado.

Esto sucede después de que la familia del hijo adoptivo de Whitney Houston, es decir, el hermano/novio de Bobbi, quien actualmente se encuentra al borde de la muerte tras haber sido encontrada inconsciente en la bañera de su casa, recurriera al psiquiatra Phil McGraw, conductor del programa de televisión 'Dr. Phill' para que analizara el estado de ánimo y comportamiento que ha tenido Nick desde que su novia ingresó en el hospital el pasado 31 de enero.

Tras la petición de la familia, el médico se trasladó junto con su equipo hasta Atlanta para platicar con Nick. En el encuentro, que fue grabado, el joven se presentó junto a su madre, quien aseguró que estaba muy preocupada pues la vida de su hijo estaba en peligro. La mujer afirmó que estaba deprimido pues se sentía culpable de no haber podido reanimar a Bobbi Kristina, y muy frustrado de estar siendo investigado criminalmente por lo que le sucedió a la chica. Mencionó además que, bajo esas circunstancias considera que no aguantará mucho, sumado a que el chico tiene un grave problema con las drogas y el alcohol.

La entrevista será transmitida el 11 de marzo y se sabe que Gordon hablará, entre otras cosas, sobre la gran batalla que hay entre él y el padre de Bobbi, el cantante Bobby Brown, quien no le permite visitar a su novia ya que sospecha que está involucrado en el 'accidente' que le sucedió a su hija.

Lo que se sabe hasta el momento es que mientras se llevaba a cabo la entrevista con el médico, Gordon sufrió una crisis nerviosa y amenazó con quitarse la vida si no le permitían ver a su novia. Otra de las cosas que puso en alerta a su familia y la llenó de preocupación fue que el joven publicó en su cuenta de Twitter que estaba sufriendo tanto que prefería quitarse de en medio, aunque sabía que debía ser fuerte.

En tanto, la hija de Whitney, quien cumplió 22 años el pasado 4 de marzo, no ha tenido mejoras en su estado de salud y los pronósticos médicos no son alentadores.